Herencia de su padre. Edgar Santamaría tiene diez años de realizar trabajos a través del pirograbado en madera, labor que aprendió de su padre, quien le enseñó paso a paso como trasformar un simple pedazo de madera en el mejor regalo que una persona puede dar.

TRABAJO CON PRECISION

La mejor madera que hay para Edgar es el pino por ser suave y fácil de manejar.

Él recoge su materia prima y la pone a secar, luego la lija para sacar las áreas rústicas. Luego de esto, se le da forma, que por lo general son corazones y cuadros. Otras de las prácticas es reciclar todo lo que encuentra por las calles como el cartón comprimido, que las personas botan a diario. Para realizar este trabajo se necesita un buen pulso para escribir el nombre correctamente y que sea legible.

LA DIFERENCIA DE LOS DEMAS

La competencia de este arte ha aumentado en los últimos años, pero aduce que tiene un toque diferente, ya que en esta labor se necesita tiempo para hacer los diseños. Afirmó que hay quienes tratan de hacer todo rápido, pero le salen mal los detalles. Además, su pirógrafo es antiguo, el lo ha modificado y creado nuevos diseños a las puntas.

LO MAS PEDIDOS

Parece que el amor no pasa de moda, pues Edgar Santamaría diariamente vende llaveros con nombres y dedicatorias. Otros pedidos frecuentos son los corazones rotos. Pero también vende los letreros para oficinas y el clásico "Bienvenido a casa". Él está muy feliz con su trabajo, pues gracias a esta actividad puede mantener a su familia, la cual le coopera mucho en las ventas y le da la fuerza par seguir adelante.

SU UBICACION

Usted puede encontrar a Edgar en las principales calles de Puerto Armuelles, Chiriquí.