
Se siente orgullosa de su trabajo. Foto: ROBERTO BARRIOS
Se siente orgullosa de su trabajo. Foto: ROBERTO BARRIOS
Se siente orgullosa de su trabajo. Foto: ROBERTO BARRIOS
Cada adorno representa su imagen.
Las carteras son de diferentes colores.
Los moñitos de niñas son muy buscados.
Le gusta que sus trabajos le queden perfectos.
Se siente orgullosa de su trabajo. Foto: ROBERTO BARRIOS
Cada adorno representa su imagen.
Las carteras son de diferentes colores.
Los moñitos de niñas son muy buscados.
Le gusta que sus trabajos le queden perfectos.
Se siente orgullosa de su trabajo. Foto: ROBERTO BARRIOS
Cada adorno representa su imagen.
Las carteras son de diferentes colores.
Los moñitos de niñas son muy buscados.
Le gusta que sus trabajos le queden perfectos.
Se siente orgullosa de su trabajo. Foto: ROBERTO BARRIOS
Cada adorno representa su imagen.
Las carteras son de diferentes colores.
Los moñitos de niñas son muy buscados.
Le gusta que sus trabajos le queden perfectos.
Se siente orgullosa de su trabajo. Foto: ROBERTO BARRIOS
Cada adorno representa su imagen.
Las carteras son de diferentes colores.
Los moñitos de niñas son muy buscados.
Le gusta que sus trabajos le queden perfectos.
Ella confecciona hermosos adornos con diferentes caricaturas a base de foami y puede crear el que el cliente prefiera.
Estos adornos pueden ser utilizados como centros de mesa o recordatorios para fiestas de cumpleaños, bodas, “baby shower”, entre otras ocasiones.
Pero esta artesana quiere enseñarles a otras personas que quieran aprender, y que de esta manera puedan tener otra entrada en sus hogares.
Cada día, Deyanira puede crear 10 de estos modelos, ya que le gusta que queden perfectos y se fija en cada detalle que quiera el cliente.
Sus hijos se sienten orgullosos del trabajo que ella realiza y del buen corazón que tiene al enseñarles a otras personas sin ningún costo.
Pero no solo realiza muñecas de foami, también confecciona moñitos para las niñas, y carteras, utilizando individuales de mesa.
En sus años de trabajo ha podido ayudar a su familia con la venta de sus productos y para ella esa satisfacción no tiene precio.
Cualquiera hora es buena para confeccionar cada uno de sus trabajos y mucho mejor cuando está rodeada de su familia.