¡Estuvieron perdidos! Por años deambularon en las calles, comieron de los tinacos de basura; algunos estuvieron presos, otros no recuerdan ni cómo llegaron a ese extremo por las múltiples drogas que consumieron.
Tal vez usted los vio por las calles, se burló de ellos o quizás le dio repugnancia cuando le pasaron a su lado. Sin embargo, un buen día fueron recogidos de las calles. Pese a que mostraban rebeldía, le extendieron la mano, decidieron cambiar y, actualmente, son ciudadanos productivos.
Esos son los indigentes o "piedreros" de la capital, que fueron recogidos por miembros de la Policía Municipal y la Iglesia Ejército de Dios, quienes desde el 1 de agosto de 2001 tratan de rescatar a esos ciudadanos.
LO PERDIO TODO
Luis Alberto Cano creció en Barraza, El Chorrillo, y estuvo por 9 años deambulando en las calles por consumir varias drogas, alcohol y por la violencia de su barrio. Expresó que "esa situación es lo más bajo que puede caer un ser humano, criatura de Dios".
Recordó que fue miembro de la banda Los Carnales de Barraza, y mientras estuvo en esas andanzas, contó: "probé la cocaína y pensaba que consumiéndola estaría despierto, no podía dormir con temor a que alguien me matara". Así quedé en las calles y consumí piedra". "Tuve que reconocer, a través de esos golpes, que necesitaba una ayuda", dijo.
HOY CANTA VICTORIA
Pero en la vida de Cano, hubo muchas cosas que dieron un giro enorme. Y es que mientras estuvo en las calles, un día lo recogieron y le hablaron de Dios. En un momento de aflicción, cuando estuvo preso retó a Dios y le dijo: "voy a ver qué puedes hacer por mí". Luego, fue al Centro de Rehabilitación de la Iglesia Ejército de Dios en Calzada Larga, Chilibre, donde estuvo interno por 14 meses.
En este sitio, que tiene una capacidad para 300 ciudadanos en ese proceso de cambio, dice que fue rehabilitado y reeducado. También quedó encargado de este centro y, en ese lapso, se vio como en un espejo la mala vida que llevaba.
Pero su cosecha aún no termina, pues empezó a trabajar con el pastor Saúl Espinoza, quien dirige esta obra, y en esas labores conoció a la que hoy es su esposa.
ALTO Y CLARO
Cano enfatizó que todo lo anterior lo logró con su lema "la solución está en Cristo", y no esperar que el Gobierno lo tiene que hacer todo. "Mis familiares recurrieron al Gobierno, a brujos y curanderos, pero no pudieron", dijo.
Aclaró que otro ingrediente es reconocer que se necesita ayuda y tener fuerza de voluntad.
VALE LA PENA CAMBIAR
José Muñoz tiene 35 años de pertenecer a este programa de resocialización y, actualmente, labora en una refresquería.
A los 21 años, comenzó a consumir drogas: "Creo que por rebeldía, pues a esa edad no queremos obedecer a la voz de nuestros padres, creemos que por tener cierta edad, somos lo suficiente hombrecitos para hacer lo que queremos".
Y aunque este año se ha recogido a más de mil indigentes en las calles, en su mayoría varones, aún no hay entidad que le dé esa oportunidad a las mujeres.
"AMANECERA Y VEREMOS"
El número de féminas en las calles se va incrementando. Según el último reporte de la Alcaldía de Panamá, en el primer semestre de 2006, hay unas 206 mujeres indigentes.
Hugo Morgado, gerente social de la Alcaldía de Panamá, adelantó que se está trabajando con el Ministerio Ejército de Dios para la construcción de un nuevo centro especial para las mujeres, cerca del de los hombres en Chilibre.
Comentó que, posiblemente, este centro tendrá una capacidad para 250 personas.
Muchas de estas mujeres son madres, algunas que han sido captadas están embarazadas y otras tienen problemas mentales. Pero el panorama cambiará para estas mujeres, si voluntariamente acuden a buscar ayuda, una vez abra las puertas el nuevo centro.
Morgado acotó que se necesita más apoyo para atender esta población, razón por la cual invitó a unirse a otras instituciones públicas, gobiernos locales y particularmente, las familias, como núcleo social en programas de prevención, control y tratamiento integral para los indigentes.
PARA RESCATARLOS
Roberto Pinzón, jefe de operaciones de la Policía Municipal, dijo que los operativos de captación de indigentes se inician periódicamente a las 6: 00 a.m.
De allí, un patrulla de la Unidad de Rescate Ciudadano, conformado por unos 8 policías, se encarga de recoger a esos indigentes.
Para ese fin, utilizan guantes esterilizados, mascarillas e, inclusive, spray para tranquilizarlos.
Recalcó que la indigencia no tiene edad, pues en estos operativos se han captado ancianos de hasta 75 años y menores de edad, en un menor índice.
ESTAN POR TODOS LADOS
Pinzón agregó que las áreas donde hay mayor índice de indigentes es en el corregimiento de Calidonia, específicamente en calle M; en Avenida Balboa, San Felipe y lugares aledaños a La Peatonal.
METODOS
En el Centro de Rehabilitación el Ejército de Dios, se le da a los 300 internos jornadas laborales, confianza en sí mismo y, sobre todo, ayuda espiritual. Cada uno de ellos tiene una historia que contar y son testimonios vivos de que la fuerza de voluntad es clave en este proceso de cambio.
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