El amor por su pequeño hijo la hizo esforzarse para darle una educación digna. Se trata de María Pilar Rodríguez, quien pedía fuerza a Dios todos los días para poder sentarse con su hijo a estudiar.

María nació con problemas en la córnea, razón por la cual quedó ciega desde su nacimiento. Ella manifestó que su niñez no fue tan difícil, porque sus hermanos la trataban como una persona normal. Dijo que brincaba y jugaba como todo niño. Narró que a su esposo desde joven le salió una catarata que lo dejó ciego, pero a pesar de las adversidades, salieron a- delante.

Relató que la crianza y educación de su hijo no fue fácil, pues lo alimentaba y lo atendía por medio del tacto. Según Rodríguez, cuando el niño entró a la escuela y empezó a leer, se le complicó la vida. "Roberto llegaba de la escuela, me traía las tareas y planes grabados, pues la maestra sabía mi situación", expresó. Ella sabía que su niño no estaba aprendiendo, pues se aprendía las lecciones por medio de grabaciones. María tuvo que aprender "braille" para enseñarle a Roberto a estudiar. Actualmente, el niño cursa el primer año de la escuela Don Bosco, en Tocumen.

ANHELO

El mayor deseo de Pilar es poder tener un empleo, para apoyar a su esposo en los gastos.