Hay personas que quizás, imbuidas en el ocio, inventan "travesuras" que pueden costar la vida a cientos de personas. Hay quienes se han dado a la tarea de llamar a supermercados, como sucedió ayer a uno de ellos, avisando sobre una supuesta bomba. Todas las sucursales fueron desalojadas, y sus clientes y empleados alterados sin razón alguna. Pero el terrorismo es una sombra que puede llegar al país. De darse una situación real y conociendo la idiosincrasia del panameño, incrédulo y escéptico, miles morirían, porque si ya ha habido falsas alarmas en bancos e instituciones, por qué creer que la próxima es real. ¡Ojo con esto!