Resignados, pero necesitan ayuda
Greicis espera solucionarle pronto el problema a su hija. (Foto: Emileth Bósquez / EPASA)

E. Bósquez | Aguadulce, DIAaDIA

La hermosura de su rostro y su espíritu alegre, dan la impresión de que Ángel Alejandra Núñez Bósquez es una niña sin problemas.

Sin embargo, esta menor de un año y cuatro meses requiere de la ayuda de la gente de buen corazón, porque sus padres al no contar con los recursos económicos se han resignado a que no pueda ver.

La pequeña padece de ceguera parcial por una retinopatía, algo que aparentemente tiene arreglo; pero la falta de recursos ha hecho que tanto su padre Edgar como su madre Greicis, no pregunten en qué país puede ser operada y cuánto cuesta.

Lo único que conocen es que si la ciencia avanza en Panamá, puede ser operada dentro de cinco y 10 años.

A Ángel Alejandra, por ser una niña prematura (seis meses), no se le desarrollaron los pulmones, razón por la cual estuvo cuatro meses en una incubadora y, actualmente, tiene que viajar cada dos meses a la ciudad capital para un control médico.

A pesar de su ceguera, Ángel actúa como si viera, llegando a reconocer a todas las personas que le hablan con sólo el tono de su voz.

La madre de esta pequeña no trabaja y el único sustento que entra a su hogar es el de su esposo, que labora como ayudante en los buses de UTASA, el cual no es estable, ya que a veces el bus se daña y no puede viajar.

Tanto Greicis como su esposo Edgar reciben cierta ayuda de sus familiares, pero eso sólo es para el diario vivir.

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