¡Fin de mundo! Lo que les vamos a contar no es inventado y todavía nos tiene súper, pero súper sorprendidos, amigos.

Sucede que ayer recibimos una llamada y lo que nos contaron era poco creíble, pero no nos resistimos y fuimos a confirmar la noticia. El dato fue: "Dj Q está en estos momentos en AVESA, acusado de violencia doméstica". ¿Qué?

Inmediatamente nos trasladamos al lugar y para sorpresa nuestra, no era mentira, allí estaba el Dj Miguel Esteban, quien se había presentado a la fiscalía para notificarse, ante una denuncia por presunta violencia doméstica.

A los pocos minutos de estar en el lugar, a eso de las 4:00 de la tarde, salió Miguel Esteban junto a su abogada, con las manos adelante y esposado. Al notar la presencia de nosotros intentó esconderse detrás de su representante. Así es, nosotros lo abordamos, pero él sólo respondió que era una confusión y luego dijo que no diría nada más.

Lo seguimos y fue muy penoso ver cómo lo "pasearon" desde el edificio AVESA, hasta casi llegar al Santuario Nacional, para luego montarlo al patrulla 8045. De allí, se dirigieron a la subestación de Policía de Bella Vista, donde quedó retenido por 24 horas.

Lo cierto es que llegamos a la subestación de Policía y allí pudimos conversar con su abogada Xenia Ortíz, quien nos dijo que lo que procedió fue una medida de protección tras una denuncia de violencia doméstica, que no tiene fundamento. Pero, dejó claro que así lo establece la Ley 38. Además, agregó que la denuncia tiene visos de intereses económicos, pues ella (la esposa) y él (Miguel Esteban) se separaron hace un tiempo y ella abandonó la casa.

A la media hora de estar en la subestación llegaron directivos de la cadena radial donde trabaja el popular Dj para darle respaldo o, mejor dicho, como dijo a este medio Arias De Icaza padre: "Dar respaldo a uno de sus empleados en lío de faldas". Seguido de ellos, llegó un hermano del Dj.

Sólo podemos agregar que intentamos obtener más información y se nos dijo que "mañana" (o sea, hoy) sería trasladado a un juzgado. ¡Cosas que pasan, lástima!