En busca de fortuna. Agobiado por la difícil situación económica que azotaba a Colombia y al quedar desempleado, a Joaquín Lincon no le quedó de otra que dejar atrás el terruño que le vio nacer y optó por buscar fortuna en otro país.

Por recomendación de un amigo que había estado en Panamá, el que le dijo que Panamá era un país muy bueno para trabajar en donde se manejaba el dólar, decidió venir al istmo a probar suerte.

Con los B/4,000.00 de liquidación, que le habían dado en su anterior trabajo, compró los boletos de avión y lo demás es historia, ya que encontró un trabajo digno con lo que pudo echar adelante.

Al llegar al istmo, lo más difícil que vivió fue adaptarse a la comida y a la vivienda, porque en Colombia era más barata, pero a pesar de ese pequeño inconveniente supo salir adelante.

Como pudo alquiló una bicicleta en la que empezó a vender chichas y empanadas, pero su deseo de superación lo llevó a ahorrar todo el real que le caía al bolsillo.

Después de 6 meses al fin pudo comprar su propia bicicleta, pero sus ganas por seguir avanzando en la vida no se detuvieron, así que siguió ahorrando con la misma determinación, y en poco tiempo adquirió una moto.

Ahora con 50 años se siente satisfecho, pues encontró una buena esposa que le dio unos hijos hermosos y construyó su casa, por lo que no se queja del país que lo acogió cuando más lo necesitó.

Como buen negociante que es, sigue ahorrando para lograr el sueño que ha tenido toda la vida, que es el de comprar un carrito con el que pueda recorrer toda la ciudad vendiendo sus productos.

Adicional en un futuro no muy lejano desea poner un restaurante de comida rápida y así asegurar la estabilidad económica de su familia, además de ayudar a los seres amados que dejó en su país de origen.

EMPRENDEDOR

La faena de Joaquín empieza todos los días a las 4:00 a.m. y termina a las 3:00 p.m.