Nataly desea mejorar


Cerrar!

Nataly no camina y apenas está aprendiendo a hablar.

Fotos: ROBERTO BARRIOS

  • Nataly desea mejorar

    Nataly no camina y apenas está aprendiendo a hablar.

    Fotos: ROBERTO BARRIOS

  • Nataly desea mejorar

    En esta casa vive María con su familia.

  • Nataly desea mejorar

    En estos colchones duermen los niños.

  • Nataly desea mejorar

    Nataly no camina y apenas está aprendiendo a hablar.

    Fotos: ROBERTO BARRIOS

  • Nataly desea mejorar

    En esta casa vive María con su familia.

  • Nataly desea mejorar

    En estos colchones duermen los niños.

  • Nataly desea mejorar

    Nataly no camina y apenas está aprendiendo a hablar.

    Fotos: ROBERTO BARRIOS

  • Nataly desea mejorar

    En esta casa vive María con su familia.

  • Nataly desea mejorar

    En estos colchones duermen los niños.

  • Nataly desea mejorar

    Nataly no camina y apenas está aprendiendo a hablar.

    Fotos: ROBERTO BARRIOS

  • Nataly desea mejorar

    En esta casa vive María con su familia.

  • Nataly desea mejorar

    En estos colchones duermen los niños.

  • Nataly desea mejorar

    Nataly no camina y apenas está aprendiendo a hablar.

    Fotos: ROBERTO BARRIOS

  • Nataly desea mejorar

    En esta casa vive María con su familia.

  • Nataly desea mejorar

    En estos colchones duermen los niños.

icono_votacion
Jesús Simmons - DIAaDIA

Solo pide una ayudita. No hay nada que conmueva más a María Eugenia Ortega, de 29 años, que ver a su pequeña hija Nataly Estefanía Jaramillo Ortega, de dos años y once meses de edad. La pequeña nació ciega y necesita hacerse una resonancia magnética cerebral sin contraste, para confirmar si padece de displasia septo-óptica (malformación de la línea media del sistema nervioso central).

El examen que necesita la infante solo lo realiza un hospital privado, ubicado en la Vía España, pero lamentablemente María no puede pagar los $600.00 que cuesta la prueba. En su humilde casa hecha de madera, ubicada en el Valle de San Francisco, Ancón, el único que trabaja es su esposo y lo poco que gana apenas alcanza para sustentarla a ella y a sus tres hijos.

Además del examen, necesitan camas, pues todos duermen en colchones de foam en el piso. A María nada le haría más feliz que poder ayudar a su bebé, por eso clama a la bondad de los panameños.

 
suscripciones