Hola Moza, le escribe un señor que no sabe qué hacer con una hija adolescente. Soy padre soltero, ya que la mamá de mis hijos nos abandonó cuando ellos eran pequeños.
Desde entonces, los he criado y he procurado darles todo, alimentación, educación y, sobre todo, cariño. Tengo tres hijos: dos están en la universidad y la más chica, que está en secundaria, es la que me da problemas.
Con los anteriores, no había tenido problemas mayores, pero con la chiquita sí, me está sacando de mis casillas. Moza, resulta que tiene unas amistades nada buenas, a sus amigas las he visto fumando y a sus amigos, sé que se portan mal; los he visto con personas nada agradables.
Moza, mi temor es que ahora que mi hija tiene esas amistades ha cambiado mucho: me grita, no me hace caso y lo peor es que hasta se ha escapado de la casa como tres veces para irse de farra. Eso me preocupa, apenas tiene 14 años y está incontrolable. Estoy muy angustiado, porque sé que puede estar teniendo relaciones sexuales, bebiendo, fumando y hasta a lo mejor tiene novio. No sé cómo hacer para que ella me haga caso y no se pierda en el mal vivir. Señor preocupado.
COMUNICATE CON ELLA
Señor preocupado, la adolescencia es una etapa de toda persona, en la cual la rebeldía se hace presente; por lo tanto, usted como padre debe estar vigilando de cerca a su hija. Tiene que acercarse a ella, preguntarle qué es lo que está sucediendo, que se sincere con usted que está para ayudarle, comprenderla y, sobre todo, apoyarla siempre y cuando no atente contra la integridad de su relación como familia.
Debe procurar convertirse en su amigo, que sé que es difícil, pero puede intentarlo. Hágale saber que los malos pasos no conducen a nada, que en la vida hay muchas cosas por qué luchar. ¡Ah!, y algo muy importante, no la compare con sus hermanos mayores, ya que puede empeorar las cosas; a muchos jóvenes no les gusta las comparaciones. Aún está a tiempo de salvar su relación con ella.
|