Estaba calentando el sol cuando Rolando Román, dirigente de la desaparecida Autoridad de la Región Interoceánica (ARI), se encadenó en las escaleras de la Basílica Menor Don Bosco ayer. Se notó que la cadena y el candado estaban nuevecitos.
Según Román, esta acción obedece a que los ocho dirigentes de la ARI fueron destituidos en masa, por denunciar que el pasado 13 de julio se despidió a unos 25 funcionarios de esta fenecida entidad, que ahora está al mando del Ministerio de Economía y Finanzas.
Román solicitó al Presidente de la República que ordene su reintegro, además de la mediación de Monseñor José Dimas Cedeño en este caso.
Por su parte, la dirigente Vidalia Quiroz dijo que llevan tres años defendiendo al empleado avasallado por las autoridades y eso les ha costado su trabajo. Como dato curioso, observamos que cuando llovió a eso de las 2: 00 p.m. el encadenado abrió el candado y se guareció en la Basílica.
Una fuente del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), informó que el contrato de estos ciudadanos había vencido.
APOYO
Estos funcionarios destituidos tienen un envase de pintura como alcancía, donde muchos panameños le dan dinero.
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