Escultor religioso. Hernán Vallejos es uno de esos hombres que con su trabajo conserva, de alguna manera, las tradiciones religiosas de la iglesia católica.

Desde sus trece años, Hernán laboraba cerca de la iglesia Don Bosco, junto a su jefe Antonio Melgarejo, a quien consideraba como su padre, pues asegura que fue quien le enseñó la mística en la venta de artículos religiosos.

A través del tiempo, Hernán aprendió a confeccionar los escapularios, llaveros, collares con imágenes de santos.

Como ya se acercan las festividades del Cristo Negro de Portobelo, está elaborando cientos de estos recordatorios, pues muchas personas le hacen pedidos para estas fiestas.

Del trabajo que realiza Hernán depende su familia, que le ayuda en la confección de algunos artículos. La otra mercancía se la compra a los indígenas para luego modificarla y convertirla en un artículo religioso.

Además, vende inciensos, que son muy solicitados por los creyentes.

"Aprendí a confeccionar rosarios con unos artesanos costarricenses, y los demás son pura creatividad", dijo Hernán.

Toda la familia ha aprendido a elaborar estas piezas; además, tiene a su secretaria Eneida, quien también depende del negocio y es una artesana, pues junto a él ya aprendió la técnica de hacer los escapularios, rosarios y recordatorios.

VIAJA

Durante el año, este artesano viaja a todas las provincias promocionando su trabajo.