Su fin es erradicar la violencia. ¿Qué abuelita no le ha narrado a sus nietos el cuento de Tío Conejo? Muchos niños perciben como normal la violencia, mientras juegan, por lo que el Instituto Episcopal San Cristóbal, en su afán de rescatar los valores, la cultura del panameño y disminuir el alto grado de violencia que existe en la sociedad, ha organizado el programa "Aprendiendo a expresar mis emociones". Los niños de quinto y sexto grados, le enseñan a sus compañeros de prekinder, kinder y primer grado a jugar y divertirse sin ser violentos. Todo esto, por medio de cuenta cuentos y teatro de títeres.
¿COMO LO HACEN?
Maribel Typaldos, psicóloga del departamento de Orientación, en conjunto con el profesor Francisco Paz, encargado del teatro de títeres, lograron adaptar el cuento de "Tío Conejo" para llevarle un mensaje positivo a los niños.
Cumplieron con su objetivo, pues el mensaje "les llegó a través de los títeres, ya que los niños lograron diferenciar el juego de la violencia".
Así fue como por medio de "Tío conejo, tío caballo, tía noneca, tío sapo y tía tortuga", niños titiriteros les explican a sus compañeros que "jugar es algo totalmente diferente a la violencia". En la historia de Tío Conejo, éste solía ser agresivo por un problema que tenía, y al final, con la ayuda de sus amigos, pudo superarlo; eso esperan que entiendan sus compañeros.
"A nadie le gusta que le hagan daño y por medio de esta obra, disfrutan y aprenden los niños y los adultos", acotó Typaldos.
PRIMER PASO
Los títeres y cuenta cuentos son la primera parte del programa que se pretende extender a toda la escuela.
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