No se da por vencido. Michael Olivia tiene 17 años, y en el 2006 fue víctima de un accidente que lo dejó postrado en una cama.

Ese día, el iba en su bus colegial que colisionó contra un camión.

La perseverancia y la dedicación de sacarlo del estado en que quedó por parte de sus seres queridos han hecho que Michael haya recuperado movilidad en sus brazos.

Tiala, madre de Michael, expresó que, gracias a Dios, su hijo ha mejorado, pero fue algo que la afectó demasiado.

Al momento que DIAaDIA llegó a la casa de Michael, estaba dormido, pero inmediatamente despertó y escuchaba atentamente lo que le decía su profesora del Centro Educativo Monseñor Francisco Beckman, Norma Pinzón.

Mientras, la abuelita le cantaba una canción que decía: "Un corazón de amor, un corazón sincero y un corazón de acero", para que él sea optimista. Ella, junto a su nieto, establecieron un lenguaje de señas que consiste en que él parpadea cada vez que dice sí. Y al preguntarle si le gustaba las chicas que estaban ahí, se sonrió y sus mejillas se sonrojaron. Luego le preguntaron si quería que lo volvieran a visitar y parpadeó varias veces.

Michael cursaba el tercer año y siempre fue un estudiante aplicado.