Cuatro menores de edad quedaron a la intemperie luego de que la Corregiduría de El Chirú, en Antón, acatara una orden de desalojo en contra de sus padres por estar dentro de una propiedad privada desde hace más de seis años.

A pesar de las conversaciones, no se dio más tregua a la familia, que pedía un mes para conseguir un sitio donde ubicarse con los menores de edad. Se trata de dos hijos, de 13 y 14 años, y dos nietas, de tres y cuatro años, los que vivían en esta casa de quincha.

Anel Pinzón trabaja en el municipio de Antón, en el departamento de Aseo desde hace nueve años. Cometió el error de vender el derecho posesorio en donde estaba construida su casa por B/600 balboas a su ex jefe Eric Sánchez, sin embargo, han pasado más de seis años y no se había mudado del terreno.

Frente a este litigio, el dueño de la propiedad, con documentos legales en mano, dijo que han pasado más de seis años y que él no está cometiendo un acto desalmado porque el terreno legalmente es de su propiedad, porque él lo compró y ahora lo necesita.

El corregidor de El Chirú, en compañía de la secretaria designada, llegó a la vivienda, y luego de conversaciones, convenció a la familia para que aceptara la decisión, que es legal porque el señor Pinzón vendió su derecho posesorio.

La señora Sofí Ayala, esposa de Pinzón, en medio de lágrimas, pidió al Alcalde de Antón ayuda para no ser desalojados, pero vía telefónica se informó de la Alcaldía al Corregidor que la orden debería ejecutarse.

Eric Sánchez, propietario del terreno, dijo que como su interés no es afectar a nadie, él pagará dos meses de alquiler a esta familia para que vivan en una casa, por el momento, hasta que puedan construir una vivienda en otro terreno, pero que sea de ellos y no privado, para que así eviten problemas.

Los enseres de la familia Pinzón Ayala se quedaron en medio de la vía; esta familia está en espera de que alguien les dé albergue y también solucionar su situación, pues no es la mejor, ya que lo poco que gana el señor Pinzón en la Alcaldía no le alcanza ni para pagar todos los gastos de la familia. Ellos tratarán de construir nuevamente una humilde casita de quincha para no dormir a la intemperie durante los próximos días.