Dejan sudor y sangre en la plaza


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Los hombres valientes se paran frente al toro con su manta roja.

  •  Dejan sudor y sangre en la plaza

    Los hombres valientes se paran frente al toro con su manta roja.

  •  Dejan sudor y sangre en la plaza

    Uno de los riesgos que corren los vaqueros es quedar bajos las patas del toro, además de ser embestidos por sus cuernos.

    Erick Barrios

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    Los hombres valientes se paran frente al toro con su manta roja.

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    Uno de los riesgos que corren los vaqueros es quedar bajos las patas del toro, además de ser embestidos por sus cuernos.

    Erick Barrios

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    Uno de los riesgos que corren los vaqueros es quedar bajos las patas del toro, además de ser embestidos por sus cuernos.

    Erick Barrios

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    Uno de los riesgos que corren los vaqueros es quedar bajos las patas del toro, además de ser embestidos por sus cuernos.

    Erick Barrios

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    Uno de los riesgos que corren los vaqueros es quedar bajos las patas del toro, además de ser embestidos por sus cuernos.

    Erick Barrios

Odalis Orozco - DIAaDIA

En ninguna de las fiestas patronales de las regiones panameñas puede faltar las corridas de toro, el coleo o la hierra. Estas competencias taurinas son parte de esa herencia española que ahora son manifestaciones de las tradiciones panameñas. Los campesinos disfrutan estas corridas donde cada uno quiere mostrar su hombría cuando entran al ruedo a caballo o a pie, tras el toro bravío. La competencia de coleo no es más que desde el caballo, el vaquero sigue al toro y lo agarra por la cola y trata de tirarlo. El toro debe quedar patas para arriba para ganar la puntuación completa, de costado gana menos puntos. En este intrépido juego, la pérdida del equilibrio a caballo puede dejar al vaquero en el piso a merced del toro.

En el toreo, el campesino debe enfurecer al toro con un manto rojo. Varios hacen lo mismo. Luego cuando el toro está embravecido, uno de los campesinos o jugadores debe subir a lomo del animal hasta calmarlo. En las fiestas de Santa Librada en Las Tablas (provincia de Los Santos) es común que se juegue las corridas de toro.

Estas fiestas son costeadas comúnmente por los señores ganaderos de la región, a quienes se les llaman mayordomo, y se escogen uno cada año.

Día a Día estuvo en una de esas corridas celebradas en la Plaza de Praga, lista con barreras protectoras elaboradas con troncos gruesos y resistentes. Antes de las corridas, en los pueblos se da el paseo de banderas por las principales calles del poblado. Con tambores, caja, violín, maracas, churucas y con una entusiasta tuna se llega a la corrida, según explica la escritora y folclorista Norma de Testa.

 
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