
Elsy ha volcado todas su energías en sus hijas, ella tiene fe en que Dios le hará el milagro de separarlas.
FOTOS: ROBERTO BARRIOS
Elsy ha volcado todas su energías en sus hijas, ella tiene fe en que Dios le hará el milagro de separarlas.
FOTOS: ROBERTO BARRIOS
Elsy ha volcado todas su energías en sus hijas, ella tiene fe en que Dios le hará el milagro de separarlas.
FOTOS: ROBERTO BARRIOS
María Milagros (camisita amarilla) y Milagros María (celeste).
Este es el cuarto que les construyeron.
Elsy ha volcado todas su energías en sus hijas, ella tiene fe en que Dios le hará el milagro de separarlas.
FOTOS: ROBERTO BARRIOS
María Milagros (camisita amarilla) y Milagros María (celeste).
Este es el cuarto que les construyeron.
Elsy ha volcado todas su energías en sus hijas, ella tiene fe en que Dios le hará el milagro de separarlas.
FOTOS: ROBERTO BARRIOS
María Milagros (camisita amarilla) y Milagros María (celeste).
Este es el cuarto que les construyeron.
Elsy ha volcado todas su energías en sus hijas, ella tiene fe en que Dios le hará el milagro de separarlas.
FOTOS: ROBERTO BARRIOS
María Milagros (camisita amarilla) y Milagros María (celeste).
Este es el cuarto que les construyeron.
Elsy ha volcado todas su energías en sus hijas, ella tiene fe en que Dios le hará el milagro de separarlas.
FOTOS: ROBERTO BARRIOS
María Milagros (camisita amarilla) y Milagros María (celeste).
Este es el cuarto que les construyeron.
Abrazadas en su pequeña cuna, dos hermosas bebés toman la siesta del día; sus manitas se tocan mutuamente, mientras un solo corazón palpita por las dos. Son las siamesas Milagros María y María Milagros Cedeño, quienes hace nueve meses llegaron a este mundo unidas por diversos órganos, lo que hoy las obliga a permanecer juntas.
Sus inmensos ojos y su sonrisa no dejan de salir a flote cada vez que reciben una visita, pues las pequeñas son muy activas y se han desarrollado como unas niñas normales, al punto que ya están dando sus primeros pasos con algunas terapias y hasta dicen hermosos balbuceos que solo su madre interpreta.
Elsy Ovalles no puede ocultar que todo este proceso ha sido una dura experiencia y que al principio, ver a sus hijas pegadas del cuerpo fue muy triste, pero decidió guardar las lágrimas para el momento que las separen y que sea la emoción las que se las produzcan.
Ella ha tenido que aprender a cargarlas, pues sus brazos quedan entrelazados, sus cabecitas siempre están mirando hacia arriba y debe hacer que se sientan cómodas para que no lloren. La ropa es otra gran labor, pues tiene que comprar las piezas y mandarlas a pegar para que las nenas queden bien cubiertas.
La vida de esta joven madre cambió totalmente, pues tuvo que dejar su provincia natal de Coclé y a su hija de cinco años, a quien solo le toca ver los fines de semana o días libres. Lo más triste es que el padre de las menores de edad las abandonó a los tres meses de nacidas, pero ella sigue luchando por sus ”milagritos”.
Su estado de salud
Las siamesas comparten el corazón e hígado y, según Elsy, tienen que esperar hasta que cumplan un año y medio para realizarles más exámenes y dictaminar si se pueden separar. Ella prefiere que la cirugía se haga en el extranjero y pone todas sus esperanzas en Dios.
A pesar de esto, el apetito de ellas es bueno, dice su madre, pues ya comen sus papillas y toman leche de forma regular, cada una individualmente.
Ayuda
El Gobierno le ha ayudado con la construcción de un cuarto y enseres para sus hijas, pero siempre ellas necesitan leche Enfamil, pañales desechables y toallitas húmedas, pues como son dos el gasto es mayor y por la condición de sus niñas ella no puede trabajar. El padre aún no les da pensión.
Esta joven madre espera que el buen corazón de los panameños las apoye para conseguir fondos para la cirugía y acepta donaciones a la cuenta del Banco Nacional 40004125046, que está a su nombre, Elsy Ovalles.