Marcos Rodolfo Rodríguez, de 37 años, un humilde trabajador, murió mientras se ganaba unos reales. Su padre, Adolfo Rodríguez Estrada, y sus hermanos, hoy lloran porque unos malhechores le cegaron la vida de un tiro en la sien. El hecho se registró, según el testigo que iba con Marcos en el auto Yaris que manejaba como taxi pirata, cuando recogió a dos sujetos con envases de licor en las manos, a la altura de El Machetazo de Arraiján, y en la bajada, entre la urbanización Las Villas y El Palmar de San José, uno de los sujetos lo encañonó en la cabeza y escuchó cuando le dijo: "Dame todo lo que tienes encima, esto es un asalto".
Al recibir el balazo, Marcos perdió el control y se salió del carril, hasta precipitarse en un barranco a orillas de la vía Interamericana. Se informó que los asesinos resultaron con leves golpes y luego salieron del vehículo, por lo que, según aseguró el testigo, se salvó milagrosamente. Según Rodolfo, uno de los hermanos de Marcos el día anterior había estado en el hospital visitando a su madre, Cecilia de Rodríguez, quien hace una semana había sufrido un paro cardiaco. "A ella no le han dado la noticia por su estado. Esa fue la última vez que lo vi", dijo Rodolfo.
Mientras, su padre pide justicia y dijo que tenía un año de no verlo, pero que el dolor era grande.
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