El mejor arte del mundo. No hay nada más hermoso que el trabajo con amor y con grandes recompensas. Este es el caso de Vicente Gutiérrez, quien es oriundo de Bolivia, pero con corazón panameño, por lo que ha dedicado por más de 20 años a la confección de artesanías que en su mayoría son de madera.

UN LARGO VIAJE

Cada dos meses se levanta temprano para dirigirse a las montañas de Colón donde pasa horas recolectando el bambú, que tiene que cargar en hombros hasta el carro que no está nada cerca. Lo primero que hace es lijarlo, pero con cuidado, y en una sola dirección, para no dejar ninguna marca, pues se puede dañar la textura, explicó Vicente. Por la experiencia que tiene, ya le resulta muy fácil moldear el tamaño de sus creaciones. En cuanto a la pintura se limita a usar colores llamativos como rojo, azul y amarillo, pues esto llama la atención de sus compradores.

SUS ARTESANIAS

Lo que más resulta fácil de hacer son las camboyitas, especie de flautas que tienen un precio de tres balboas y las camboyas, que son flautas más grandes valen ocho balboas y son buscadas, casi siempre, por coleccionistas o músicos bohemios. Otros artículos que fabrican son las batas con bordados de paisajes que tienen más ventas con las personas de la tercera edad. También vende carteras de cueros y los sombreros típicos de Bolivia.

RESULTADO DE SU ESFUERZO

Durante muchos años, Vicente tuvo que dedicarse a este negocio en las calles, soportando los cambios de clima, pero gracias a sus esfuerzo diario y la ayuda de su compañera inseparable, su esposa, ha logrado tener su propio negocio y ser vendedor al por mayor. En este negocio ya le cooperan sus hijos, quienes le traen los pedidos y él se encarga de confeccionarlos, lo que se traduce en buenas ganancias. Vicente dijo que el mejor mes es el de diciembre, donde no se da abasto con los pedidos, pero siempre tara de ver las cosas positivas para no decaerse.

CON EMPEñO

Cada vez que trabaja en sus artesanías, siente como si estuviera en su país de origen.