Jóvenes nacidos para servir. "Un barrio de Santa Ana que necesitaba algo más", fue lo que motivó al joven Miguel Marqués, de 27 años, a tomar la decisión de ingresar al Seminario Mayor San José para ordenarse como sacerdote y así llevar la palabra de Dios a la juventud.

Miguel estudiaba en el glorioso Nido de Águilas y al mismo tiempo se dedicaba a la catequesis de Primera Comunión en su comunidad. Aquí se fue apegando a la población y se dio cuenta de los problemas. Fue un período en el que "me encontré conmigo mismo y me decidí", explicó. Para Miguel, la actual juventud "pide algo y no sabemos aprovecharlo", manifestó ante la situación de riesgo que viven algunos jóvenes, por lo que su sueño es poder ordenarse como sacerdote para llegar a su comunidad.

Enrique Ojo, de 29 años, también es seminarista y la necesidad de sacerdotes que hay en la provincia de Herrera, sobre todo en su pueblo de Chepo, en Las Minas, fue lo que lo empujó a ser parte de este mundo. "El ver tantos jóvenes que asisten a los encuentros juveniles me di cuenta que hay una búsqueda de Dios que debe ser apoyada" explicó el joven quien al igual que Miguel, actualmente, se preparan en teología para culminar el seminario.

Higinio Sánchez, también seminarista y coordinador del grupo pastoral vocacional de la institución, explicó que actualmente hay 52 seminaristas en distintos niveles académicos. Dentro del Seminario Mayor San José, los jóvenes comparten entre ellos y realizan actividades deportivas y de convivencia como todo joven.