
Edmar y su grupo deleitaron con más de 10 temas.
Edmar y su grupo deleitaron con más de 10 temas.
Edmar y su grupo deleitaron con más de 10 temas.
El grupo Jazz Ensamble, teloneros de la noche.
Juan Carlos Tapia y señora, amantes del “jazz”.
Ensamble Jazz y miembros de la Fundación Danilo tocan y enseñan “jazz” a menores de edad.
Edmar y su grupo deleitaron con más de 10 temas.
El grupo Jazz Ensamble, teloneros de la noche.
Juan Carlos Tapia y señora, amantes del “jazz”.
Ensamble Jazz y miembros de la Fundación Danilo tocan y enseñan “jazz” a menores de edad.
Edmar y su grupo deleitaron con más de 10 temas.
El grupo Jazz Ensamble, teloneros de la noche.
Juan Carlos Tapia y señora, amantes del “jazz”.
Ensamble Jazz y miembros de la Fundación Danilo tocan y enseñan “jazz” a menores de edad.
Edmar y su grupo deleitaron con más de 10 temas.
El grupo Jazz Ensamble, teloneros de la noche.
Juan Carlos Tapia y señora, amantes del “jazz”.
Ensamble Jazz y miembros de la Fundación Danilo tocan y enseñan “jazz” a menores de edad.
Edmar y su grupo deleitaron con más de 10 temas.
El grupo Jazz Ensamble, teloneros de la noche.
Juan Carlos Tapia y señora, amantes del “jazz”.
Ensamble Jazz y miembros de la Fundación Danilo tocan y enseñan “jazz” a menores de edad.
El Teatro Nacional se vistió de gala y recibió dos conjuntos de “jazz” la noche del miércoles.
El primero en salir fue el grupo Jazz Ensamble, un quinteto de jóvenes panameños, becados por la fundación, en universidades de Estados Unidos. Estos tocaron una mezcla de “jazz” con otros ritmos. ¡Bien por ellos!
Luego de ese quinteto, se presentó el artista colombiano Edmar Castañedas, el plato fuerte, y su grupo, quienes ejecutaron sus propias composiciones y experimentaron con elementos de la música colombiana, venezolana, argentina, el joropo y la samba. La esposa del arpista, Andrea Tierra, también se destacó con su voz.
Ellos junto a Rodrigo Villalón, que toca instrumentos de percusión, y Shlomi Cohen, que es un saxofonista soprano, encarnaron la esencia de muchas culturas e hicieron una fusión inigualable. ¡Qué rico!