En el cuidado de las plantas hay un arte que no todos dominan. Por eso, para que sus plantas luzcan siempre radiantes, tenga en cuenta unos trucos para regarlas:
Si la planta está en una habitación cerrada, la temperatura del agua no debe estar muy fría, pues podría perjudicarla. El agua del grifo antes de echarse a las matas debe estar libre de cloro; para lograr esto, hay que dejar reposar el agua durante un día entero, a fin de que el cloro se evapore. El agua que resulta de los huevos hervidos es un buen alimento para las plantas, pues está llena de minerales. Un buen fertilizante es utilizar agua de pecera o agua donde se ha descongelado pescado. Introduzca el dedo en la tierra; si la tierra está húmeda, no riegue la mata. También ponga en remojo unas cáscaras de huevos frescas y, con el agua, riegue las plantas.
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