No cabe duda alguna de que el boxeo es el deporte que más glorias ha dado a Panamá. Es una de las disciplinas más antiguas de la humanidad y la menos sofisticada.
Pero, ¿por qué un deporte tan violento llama tanto la atención de grandes y chicos?
Llegamos al Gimnasio Jesús Máster Gómez de Barraza, el imperante calor no impedía la práctica de los chicos. El sonido de los puños y las órdenes de los entrenadores era lo que se escuchaba al fondo.
De repente, vemos a Ana Pascal, quien regresó a su mundo luego de varios días de ausencia. Pero lo que llamó la atención no fue ella, sino con quién estaba: era un pequeño que se movía con agilidad y con sus pequeños guantes protegía su rostro y a la vez le pegaba a su contrincante Pascal, quien también es su entrenadora.
Sentada en la entrada del gimnasio y con un rostro que reflejaba orgullo, estaba la madre del pequeño Ángel Ramírez, de 10 años, quien reveló a DIAaDIA que aún no se explica de dónde le nació esa pasión a su hijo por el boxeo. "Siempre me decía: mamá, llévame a boxear, pero yo no tenía dónde llevarlo, hasta que descubrí este gimnasio, hablé con el administrador y lo traje", cuenta la señora.
Para este púgil, las cosas no fueron muy fáciles, pues el papá no estaba de acuerdo con que él entrara en ese mundo de los golpes; y fue cuando el niño se paró firme y le dijo: "papá, yo quiero ser boxeador, o ¿quieres que sea un drogadicto?". Estas palabras convencieron un poco al papá de Ángel.
Pero para todo sueño, se requiere un sacrificio, y esto es lo que vive diariamente el pequeño. "Es tanto el interés que él tiene en esto, que todos los días, él viaja en las mañanas desde Arraiján hacia la capital al gimnasio, y regresa a su casa a las 10 de la mañana para ir a la escuela en la tarde", comenta con orgullo la madre. El 18 de este mes, Ángel tendrá su primera pelea.
¿DE DONDE VIENEN?
La mayoría de los niños que llegan a este lugar, son de los barrios humildes.
Son niños que quieren desviar sus problemas y dedicarse a alcanzar una meta: ser campeones mundiales de boxeo.
Estos pequeños soñadores hacen un gran sacrificio con sus vidas para lograr su objetivo. Algunos asisten a la escuela en la mañana para ir a practicar en la tarde, o al revés; pero nunca descuidan sus estudios.
Además, hay quienes viajan largas distancias, como es el caso de Ángel, para llegar al gimnasio y continuar con los entrenamientos.
El entorno familiar de algunos de los jóvenes es difícil, hay quienes sólo cuentan con una figura paterna o materna, y esta situación los alienta a salir adelante para ayudar a sus familias.
Para Ana Pascal es muy bueno que los niños tengan aspiraciones, además de que los deportes los alejan de malos caminos.
DISCIPLINA: LA CLAVE
Así como Ángel, hay una gran cantidad de niños que desean ser un Roberto "Mano de Piedra" Durán o un Roberto "La Araña" Vásquez, pero para que logren sus metas es importante la disciplina.
La vida de un boxeador se debe basar en la obediencia y en la disciplina. Algunas veces sus vidas se limitan de la casa al gimnasio y viceversa.
"Esta disciplina es sencilla, sólo consiste en no decir palabras obscenas, que respeten a sus padres y que estudien", comenta el entrenador Eduardo Mena.
"En el boxeo es importante la disciplina, en otros deportes uno se puede trasnochar y tomar, pero el boxeo es un deporte muy estricto", explica la boxeadora y entrenadora Ana Pascal.
Es importante que los padres también aporten en la disciplina de sus hijos, señala el entrenador Marcos Martínez, quien entrena a varios jóvenes.
EL ENTRENAMIENTO
Como son pequeños, el tiempo de entrenamiento puede ser de 30 minutos a una hora, dependiendo de la edad. Pero el tiempo de entrenamiento va aumentando, según el tiempo que tenga el joven en la práctica.
Estar en forma es importante para la hora de la pelea, pues será el peso lo que dará la última palabra.
SUS ENTRENADORES
Es importante que los entrenadores sean como sus padres y sus amigos, pues deben estar muy pendientes de sus boxeadores, en cuanto a salud, alimentación, y demás actividades.
Sin embargo, también es esencial que los boxeadores obedezcan a sus entrenadores en las prácticas y en el ring.
EN EL OLVIDO
DIAaDIA pudo constatar que las condiciones en las que entrenan los futuros campeones mundiales son paupérrimas. Así lo revelaron los viejos tablones podridos que se convierten en una trampa de muerte para ellos, quienes diariamente asisten al Gimnasio de Barraza a entrenar. Además, las goteras los acompañan cada vez que llueve, y qué decir de la falta de equipo para entrenar.
Durante la realización de este reportaje, algunos de los boxeadores y entrenadores manifestaron su disgusto con los gobiernos, pues se han olvidado del deporte que enorgullece a Panamá.
ANTES
Este deporte se remonta al año 688, A.C., durante la XXIII Olimpiada de la antigüedad.
En ese entonces los boxeadores se cubrían la cabeza con paños o algún tocado de pelos de animal o plumas, y envolvían sus puños con una especie de guantes de cuero alargados llamados caestus, para proteger sus manos e incrementar el poder de sus golpes.
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