Con una mente creativa. Esta es Zhamarkanda Amador de Herrera, quien empezó a confeccionar lámparas con mucha iniciativa y sin tomar ningún tipo de adiestramiento.
El secreto de su éxito radica en que siempre ofrece una variedad de productos a su clientela, porque además de lámparas, confecciona todo tipo de artesanías que son apreciadas por los compradores.
Por el trabajo de su esposo tuvo que irse a vivir a la altiva provincia de Chiriquí, que la acogió y en donde encontró un futuro prometedor en el negocio de las artesanías y las cerámicas.
Su casa la usa como taller, y es de allí de donde salen las obras que crea Zhamarkanda. Además, va de feria en feria por todo el país para vender sus artículos. No le ha ido nada mal.
Gracias a su ingenio a esta mujer nunca le ha faltado el trabajo, mucho menos el dinero, pues asegura que el éxito está seguro para las personas creativas, que no temen hacer ningún tipo de trabajo por más elaborado que parezca.
Es por esto que no comparte la filosofía de que no hay trabajo, porque si ella pudo aprender a hacer cerámicas y lámparas, cualquiera puede hacerlo, sólo necesita tener la voluntad y fe en Dios.
En un futuro no muy lejano sueña con crear su propia empresa de cerámicas y manualidades, en donde atendería con más comodidad a sus clientes que son la razón de su negocio.
Comenta que por los precios no hay que preocuparse, pues sabe que la situación está difícil, por lo que siempre trata de vender sus productos a precios accesibles.
Las imágenes de ángeles y santos son su especialidad, pero confecciona lámparas en forma de campanas partidas a la mitad.
INGENIO
Los clientes pueden pedir sus lámparas con luces y si no las desean les salen más baratas.