La traba que existe para que el técnico deje el banquillo es quién paga la cláusula de rescisión del contrato. Si es un despido, la que tendría que pagar es la Federación, de ser una renuncia, la responsabilidad recae sobre el entrenador.
La Federación trabaja sobre la hipótesis de que es La Volpe quien desea irse, y por lo tanto es a él a quien le corresponde pagar la rescisión del contrato.