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A pesar de las carencias, los niños se ven felices.Fotos: ROBERTO BARRIOS
Sábado, 13 de Agosto de 2011
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Cocobolo reclama mejores días
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A pesar de las carencias, los niños se ven felices.Fotos: ROBERTO BARRIOS
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“Las personas piensan que Cocobolo es terrible, pero también hay buenas personas en este lugar que están progresando y que aman a Dios”.
Rey Paz
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“Necesitamos que nos arreglen las casas, el tanque séptico que lo tapen y que nos apoyen. Hay muchos mosquitos”.
Josué Otero
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“Aquí hay muchas necesidades, quisiera que nos apoyen con las viviendas, que hagan algo por el tanque séptico y que fumiguen”.
Elena Ibargüen
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Las casas son de madera y zinc.
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El tanque séptico está detrás de las casas.
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Randy necesita seguir con su tratamiento.
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A pesar de las carencias, los niños se ven felices.Fotos: ROBERTO BARRIOS
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“Las personas piensan que Cocobolo es terrible, pero también hay buenas personas en este lugar que están progresando y que aman a Dios”.
Rey Paz
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“Necesitamos que nos arreglen las casas, el tanque séptico que lo tapen y que nos apoyen. Hay muchos mosquitos”.
Josué Otero
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“Aquí hay muchas necesidades, quisiera que nos apoyen con las viviendas, que hagan algo por el tanque séptico y que fumiguen”.
Elena Ibargüen
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Las casas son de madera y zinc.
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El tanque séptico está detrás de las casas.
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Randy necesita seguir con su tratamiento.
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A pesar de las carencias, los niños se ven felices.Fotos: ROBERTO BARRIOS
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“Las personas piensan que Cocobolo es terrible, pero también hay buenas personas en este lugar que están progresando y que aman a Dios”.
Rey Paz
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“Necesitamos que nos arreglen las casas, el tanque séptico que lo tapen y que nos apoyen. Hay muchos mosquitos”.
Josué Otero
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“Aquí hay muchas necesidades, quisiera que nos apoyen con las viviendas, que hagan algo por el tanque séptico y que fumiguen”.
Elena Ibargüen
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Las casas son de madera y zinc.
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El tanque séptico está detrás de las casas.
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Randy necesita seguir con su tratamiento.
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A pesar de las carencias, los niños se ven felices.Fotos: ROBERTO BARRIOS
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“Las personas piensan que Cocobolo es terrible, pero también hay buenas personas en este lugar que están progresando y que aman a Dios”.
Rey Paz
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“Necesitamos que nos arreglen las casas, el tanque séptico que lo tapen y que nos apoyen. Hay muchos mosquitos”.
Josué Otero
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“Aquí hay muchas necesidades, quisiera que nos apoyen con las viviendas, que hagan algo por el tanque séptico y que fumiguen”.
Elena Ibargüen
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Las casas son de madera y zinc.
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El tanque séptico está detrás de las casas.
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Randy necesita seguir con su tratamiento.
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A pesar de las carencias, los niños se ven felices.Fotos: ROBERTO BARRIOS
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“Las personas piensan que Cocobolo es terrible, pero también hay buenas personas en este lugar que están progresando y que aman a Dios”.
Rey Paz
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“Necesitamos que nos arreglen las casas, el tanque séptico que lo tapen y que nos apoyen. Hay muchos mosquitos”.
Josué Otero
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“Aquí hay muchas necesidades, quisiera que nos apoyen con las viviendas, que hagan algo por el tanque séptico y que fumiguen”.
Elena Ibargüen
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Las casas son de madera y zinc.
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El tanque séptico está detrás de las casas.
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Randy necesita seguir con su tratamiento.
Milagros Murillo F. - DIAaDIA
Cuando se escucha hablar de Cerro Cocobolo, en San Miguelito, la gente suele poner un rostro de negatividad; sin embargo, como en todo lugar, también hay personas trabajadoras y que quieren echar hacia adelante.
Plagada de problemas
DÍAaDÍA hizo un recorrido por la comunidad de La Felicidad, formada hace tres años por 14 casas, donde las carencias saltan a la vista.
La piel de los niños y de los adultos es la muestra más clara de que la salubridad brilla por su ausencia, a pesar de que en el lugar hay agua potable, no tienen servicios sanitarios, ellos deben ingeniárselas para hacer sus necesidades e incluso ir a la casa de sus familiares.
También hay peligros
Los infantes corretean por los patios de las casitas de madera y zinc, la mayoría con pisos de tierra que hacen las noches más frías, siendo una de las causas principales del resfriado. Los mosquitos se alimentan de todos estos residentes, mientras que detrás de las casitas hay un tanque séptico que de caer un niño en el lugar, podría ocurrir una desgracia.
Las mujeres normalmente son amas de casas, deben cuidar a no menos de dos hijos, mientras que, en el caso de La Felicidad, los maridos se dedican al trabajo informal, generalmente en la buhonería y el reciclaje.
Hay necesidades
“Su hijo se levantará de esa cama y volverá a correr”, le dijo una señora a Elena Ibargüen, luego de que su hijo Randy, de 13 años, en diciembre del año pasado fue atropellado por un bus en la comunidad. Este niño está en la escuela, pero su condición de salud a veces le impide ir, puesto que él utiliza una bolsa permanente por una colostomía que le hicieron, además de un tornillo que le colocaron en la pelvis.
Para el tratamiento, se necesita dinero, pero eso es lo que más hace falta en la casa de Randy.
Otra que también tiene una hija con padecimientos de salud es Niurka Paz, su bebé de un año sufre de una cardiopatía, lo que requiere de muchos y constantes medicamentos para su corazoncito.
El clamor general
Sí, en Cerro Cocobolo hay balaceras, pero también hay personas que nada tienen que ver con ciertos problemas y que solo quieren una mejor calidad de vida para ellos y, sobre todo, para que sus hijos lleguen a ser personas de bien; sin embargo, nada se logrará si no cuentan con el apoyo de las autoridades.
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