Nadie se acuerda que existen. Sólo en tiempos de política los candidatos acuden a prometer, pero no cumplen.
Mientras tanto, los residentes de Costa del Sol, en Veracruz, siguen viviendo a la antigua: las calles de tierra y en pésimo estado.
Con las lluvias, ni caminando pueden pasar. Los moradores tienen que caminar bastante para llegar a sus casas, luego que los deja el bus. Los taxis no suben, sólo vehículos de doble tracción.
Muchos, en el intento de subir caminando, resbalan y quedan en el piso. Quienes más sufren son los niños que acuden a sus escuelas.
Esta situación tiene más de 9 años. Gobiernos van y vienen, pero nunca la reparan. Ni siquiera tienen zanjas, por lo que además las aguas residuales corren en medio de la calle, contribuyendo aún más a su deterioro.
Y como si fuera poco, no tienen agua potable. Todos los días tienen que acudir a un pozo, que ya es público, pues toda la comunidad va desde temprano a buscar agua, que para tomarla deben hervirla.
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