Ellos no piden venir al mundo con problemas de discapacidad; sin embargo, allí están queriendo luchar y conocer el mundo que los rodea. Este es el caso de Ángel Alberto, un niño de cuatro años que vive junto a su madre María Ramírez, en el sector de La Paz de San Miguelito.
Es un niño parapléjico que se mantiene postrado en su cama o en los brazos de su mamá.
La situación económica de María es pésima, lo que le impide poder darle las atenciones que merece su pequeño hijo. Ángel es el último de cuatro hijos. "Cuando nació le faltó la respiración y tuvo muchas complicaciones, por lo que ahora está en ese estado", dijo María angustiada.
Ella vive, además, con su hijo de 15 años porque la niña de 13 tuvo que dejarla con una vecina, que es quien desde hace cuatro años la mantiene y la ayuda en las cosas de la escuela.
Ángel no está recibiendo ningún tipo de terapia y solamente una vez al mes María trabaja planchando. "Lo que cojo de una vez lo debo", dijo.
A pesar de las adversidades que se ha encontrado en la vida, María no se deja vencer tan fácil, dice que aunque la prueba que Dios le ha puesto es sumamente difícil, lo único que puede hacer es aceptarla hasta que Él lo decida. El amor a su hijo le permite seguir adelante luchando por él.
Ella pide a las autoridades que la ayuden a conseguir un trabajo con el que pueda resolver la situación en su casa y prestarle una mayor atención a sus pequeños.
ALIMENTOS
Ángel no puede alimentarse bien, sólo come alimentos líquidos.
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