Ya se cumplió el mes. Un grupo de ocho ex trabajadores de la ARI mantiene su protesta. Desde hace 30 días, su dirigente se encadenó en las verjas de la iglesia Don Bosco, como medida de protesta por haber quedado desempleados y no haberse cumplido la promesa de la junta directiva de reubicar al personal en otras entidades.
Según los afectados, se había hecho una resolución que establecía que los contratos de los trabajadores vencían el 31 de diciembre de este año, sin embargo, ahora aducen que sus contratos han vencido.
Los ex empleados se preguntan por qué no se les ha dado respuesta y no se les ha reubicado en un puesto, pues llevaban hasta 6 años de trabajo y hay personas de sólo un año que ya fueron trasladadas a otras instituciones.
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