Dicen que del amor al odio, sólo hay un paso. Mientras Santiago Mojica vivía con su ex-cónyuge Edita Lorenzo, en Pueblo Nuevo de Lídice, Capira, todo era armonía. Ambos mantenían un terreno y Lorenzo realizó dos préstamos para construir una mejor vivienda para sus hijos.
Ese ambiente cambió hasta que Mojica violó a sus propias hijas y una de ellas quedó embarazada. Fruto de esa relación nació una niña con necesidades especiales.
Él quedó preso y, entonces, sus familiares intentaron desalojarla de la casa. No obstante, firmaron un mutuo acuerdo que le permitía vivir en esa vivienda.
Ahora, resulta que el terreno fue vendido a Dídimo Mojica y le apareció una demanda de desalojo en la corregiduría de Lídice.
Edita fue a la Defensoría del Pueblo a poner la denuncia, porque ella le ha hecho arreglos a la casa, sin embargo, este caso se está ventilando en el Juzgado Primero de La Chorrera.
"QUE ME PAGUEN"
Contó que "en ningún momento me han dicho: yo le voy a pagar pacíficamente su casa y váyase", cosa que aceptaría.
TIENEN QUE SALIR
Por su parte, la corregidora Guadalupe Ortega expresó que "la propiedad fue vendida al señor Dídimo Mojica, y el beneficio de la casa se encuentra en el Juzgado Primero. Ella tiene que desalojar, el juzgado decidirá quién paga o resarce la propiedad".
Dijo que este despacho ha sido bien amplio en darle a la señora seis meses para que desalojara, "ya vamos para ocho meses, eso indica que no hemos sido tan enérgicos".
Al cuestionarle sobre el caso de la embarazada y lo que dicen las leyes al respecto, acotó que se reservaba los comentarios.
FUERA
Al salir de la casa, la corregidora colocará un candado a la vivienda y guardará las llaves.
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