Un amor para toda la vida

Un 29 de febrero de 1949, don Euclides Corro, de 60 años, conoció al amor de su vida en su natal tierra de Monagrillo, provincia de Herrera.

Con su belleza clásica, la señora Digna Sandoval cautivó a este hombre que por medio de hermosas palabras y bellos elogio logró esa anhelada primera cita, luego más salidas y después el esperado beso. El contacto de sus labios parecía algo eterno y terminó de convencer a la pareja de que eran el uno para el otro. Tras dos años de noviazgo, decidieron unir sus vidas ante los ojos del Altísimo, siendo inseparables. Con el duro trabajo en la ganadería, Euclides llevaba el sustento a su hogar, mientras que su amada, una asidua costurera, cuidaba a sus seis hijos varones. Hoy día, Euclides, de 86 años, y Digna, de 81, miran a sus 15 nietos y bisnietos con gran emoción, razón por la cual manifestaron que el matrimonio no es fácil, pero es necesario amarse mucho y comprenderse. Moradores de Monagrillo ven a esta familia como un ejemplo y piden sus consejos para tener un matrimonio muy duradero.

Una gran, pero gran familia

Por otro lado, la familia Wait asegura sentirse feliz con sus diez hijos. Ellos reconocen que criar a tantos hijos es difícil, puesto que son demasiados. No obstante, aseguraron que con amor, respeto y comprensión se puede llevar a los hijos por el camino del bien.

Roberto, de 40 años, asegura que antes andaba en el mundo, pero aceptó a Dios en su corazón y ahora tiene un buen trabajo y es reconocido en su provincia, Colón, pues ayuda a los jóvenes que están en riesgo social.

Ariza Frankiaso, su esposa, se encarga de educar a los niños, quienes se sienten felices por todo lo que ellos han logrado.

Anteriormente vivían en un casa que se estaba cayendo, pero un empresario les compró un apartamento en donde pueden vivir cómodamente, sin tener que dormir en el suelo ni mojarse con la lluvia. Ahora una gran preocupación embarga a los Wait, y es que el lugar que poseían tiene dueño y este se empeña en sacarlos, a pesar de las condiciones.

Actualmente Roberto tiene una multa en su bolsillo, pero como siempre, él y su esposa se apoyan en Dios y tienen fe en que tendrán la ayuda de alguien que los permita salir de esto. El amor entre ellos es tan fuerte que sus ojos brillan cuando se miran.