Arrasó en un instante. La fuerza de los vientos alcanzó los 28 nudos e impactó inclemente contra decenas de casas y árboles en sectores como: Felipillo, Juan Díaz, Cerro Batea, Paraíso y Chilibre, entre otros.
"Parecía un barquillo gigante y su ruido era infernal", dijo Rosa de Castillo, una señora de 89 años, que vio cómo el techo de su casa ubicada en Paraíso, San Miguelito, se levantó en cuestión de segundos, ante la mirada aterrada de su esposo Ricardo Castillo, que se encontraba en la cama cuando se dio el hecho.
Indicó la señora Rosa que tanto su esposo como su hermano viven con ella, y que ésta no es la primera vez que la tragedia toca sus puertas, ya que hace varios años fueron víctimas de un fuego en el sector de Santa Ana.
Un testimonio de fe provino especialmente de su esposo, quien dijo haber visto a Dios en ese instante, porque el tornado tocó con mucha fuerza su casa; sin embargo, aparte de algunos pequeños daños, a ellos no les pasó nada.
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