Doloroso. El ambiente que se vivía en la Morgue Judicial era indescriptible. El dolor y la pena de los familiares de las víctimas, que se acercaban a reconocer a sus seres queridos, le partía el corazón a cualquiera.

Demostrando mucha fortaleza, Maximina Mojica se detuvo frente a la entrada de la morgue en busca de noticias sobre su esposo Sebastián Morales Hernández, pues su instinto le decía que él iba a bordo del bus accidentado.

El pasar de las horas de la noche del jueves y la ausencia de Sebastián y Eulalia hicieron que aumentara el temor de esta humilde panameña.

La primera mala noticia que recibió fue la de la muerte de su hija, quien solicitó un "bote" en una Nativa 4x4, involucrada en el accidente. Ella había pedido un "aventón" para llegar más rápido a su casa y compartir con sus dos pequeños hijos.

Pero la mala racha seguía rondando a Maximina, quien más tarde recibió la terrible noticia de que su esposo Sebastián Morales Hernández, también había muerto en el fatal accidente.

Irónicamente padre e hija, quienes viajaban en vehículos distintos, perdieron la vida en el violento accidente, que cobró la existencia de 24 humildes panameños.

"Yo no tengo palabras para expresar lo que siento", dijo muy consternada Maximina a DIAaDIA, quien no sabe qué va a ser de ella, ahora que sus familiares no estarán más a su lado.

Al llegar a la comunidad de Las Garzas, DIAaDIA acudió a la escuela Presidente Valdés, en donde un morador nos llevó a la residencia de esta familia. Ahí, con los ojos hinchados de llorar por la muerte de Sebastián y Eulalia (padre e hija) encontramos a sus familiares.

Elibeth Taylor, vecina de la familia, afirmó que "Laly", como era conocida Eulalia, había llamado a su esposo para ver si regresaban a la casa juntos, pero éste le comunicó que estaba retrasado, por lo que decidió pedir un bote en un carro (la Nativa).

Laly fue una de las personas que estaba en la Nativa y después de la fuerte colisión, según los testigos oculares, ella caminó unos 30 metros y luego se desplomó sin vida.

Esta fémina tenía dos niños pequeños que ayer, a cada momento, preguntaban por su mamá. Ellos permanecían en la casa al cuidado de otros familiares.

"Ella y Sebastián eran el sustento de su casa, mientras que Maximina cuidaba a las nietas", aseguró Elibeth.

Sebastián tenía cinco años de vivir en el sector y junto a su hija intentaban construir la casa poco a poco. Este señor laboraba de seguridad en un local y había salido desde temprano de su casa. Mientras que "Laly" laboraba en un restaurante.

TRISTEZA

La comunidad de Las Garzas está de luto, en cada calle había un familiar de duelo.