
“El Charro”, como le dicen de cariño, siempre está en el mismo lugar, y feliz de lo que hace.
Fotos: ROBERTO BARRIOS
“El Charro”, como le dicen de cariño, siempre está en el mismo lugar, y feliz de lo que hace.
Fotos: ROBERTO BARRIOS
“El Charro”, como le dicen de cariño, siempre está en el mismo lugar, y feliz de lo que hace.
Fotos: ROBERTO BARRIOS
“El Charro” es un fotógrafo muy reconocido y buscado.
“El Charro” en acción.
Él está feliz, porque se gana el pan honradamente.
Cada una de sus fotos cuenta una historia.
“El Charro”, como le dicen de cariño, siempre está en el mismo lugar, y feliz de lo que hace.
Fotos: ROBERTO BARRIOS
“El Charro” es un fotógrafo muy reconocido y buscado.
“El Charro” en acción.
Él está feliz, porque se gana el pan honradamente.
Cada una de sus fotos cuenta una historia.
“El Charro”, como le dicen de cariño, siempre está en el mismo lugar, y feliz de lo que hace.
Fotos: ROBERTO BARRIOS
“El Charro” es un fotógrafo muy reconocido y buscado.
“El Charro” en acción.
Él está feliz, porque se gana el pan honradamente.
Cada una de sus fotos cuenta una historia.
“El Charro”, como le dicen de cariño, siempre está en el mismo lugar, y feliz de lo que hace.
Fotos: ROBERTO BARRIOS
“El Charro” es un fotógrafo muy reconocido y buscado.
“El Charro” en acción.
Él está feliz, porque se gana el pan honradamente.
Cada una de sus fotos cuenta una historia.
“El Charro”, como le dicen de cariño, siempre está en el mismo lugar, y feliz de lo que hace.
Fotos: ROBERTO BARRIOS
“El Charro” es un fotógrafo muy reconocido y buscado.
“El Charro” en acción.
Él está feliz, porque se gana el pan honradamente.
Cada una de sus fotos cuenta una historia.
Como todos los días, desde las 11:00 a.m. hasta las 6:00 p.m., y con entusiasmo, alegría y picardía, toma fotografías de calidad a todo el que se las pida, por el módico precio de $3.00.
López, quien a sus 75 años de vida reside en el área de Curundú, es un orgullo y ejemplo para todos los jóvenes y adultos que buscan su talento.
El “Charro” tiene bien merecido su sobrenombre, pues dice que cuando empezó en este negocio con tan solo una cámara instantánea, siempre lo hizo con una singular y diferente simpatía, y era ponerse un vestuario de charro mexicano, pues siempre le decían que parecía extranjero; que venía de México.
Su mayor sueño es lograr ser una inspiración en el ámbito de la fotografía, porque dice que es una profesión hermosa y realmente capta lo que no pueden expresar las palabras.
Sus trabajos son muy solicitados en las distintas ferias del país, tales como: la Feria Internacional de David, Feria de Azuero y la Feria de La Chorrera.
Resalta que la fotografía es el futuro benéfico del país, ya que con ellas se pueden recordar eventos pasados que son la historia de la nación.
Para él, más que su sustento diario, es una labor que conlleva mucho sentimiento, por eso se debe a sus clientes, y con mucho talento plasma momentos inolvidables de quien le paga por una fotografía.
Sostiene que mientras Dios le dé vida, seguirá en esta profesión, porque como dice, su talento es de Panamá y para los panameños. Al son de su expresión favorita toma sus fotos bien hechas, “hechas en Panamá”.