La Joya: Infierno terrenal

Larissa De León Gutiérrez y Georgina Damián | DIAaDIA

Creímos que la mañana del lunes 9 de agosto sería diferente, y no nos equivocamos. A eso de las 8 de la mañana, nosotros, tres reporteros de este diario, nos trasladamos al Centro Penitenciario La Joya, con el fin de ver cómo es el proceso legal para visitar a un interno en este penal y también conocer la situación de los hermanos colombianos. En menos de 45 minutos llegamos al lugar indicado, donde creímos habría demasiada gente, pero no fue así.

A diferencia de otros días, como nos contaron varios familiares, había muy poca concurrencia, al punto que el día se sentía pesado, triste y estresante.

Esperamos que el reloj marcara las 10 de la mañana, hora en que deben anotarse los internos extranjeros, y el guardia, una mujer con un rostro intimidante, dijo: "Nombre del interno... ¿cuántos van, uno o dos?". Desde ese momento la espera fue increíble.

OBJETIVO

Nuestro principal objetivo era poder conversar tal y como lo hicimos con varios reos colombianos que se mantenían en huelga de hambre y con la boca cocida. Estos internos colaboraron con DIAaDIA informándonos la triste realidad que viven dentro de las celdas de La Joya. Para que la estancia tanto de ellos como de los demás extranjeros sea cómoda, deben pagar por todo. Si quieren pasar media hora al sol, tienen que pagar un costo de 3 balboas o si, por el contrario, desean una llamada telefónica, por lo menos un minuto, les cuesta un balboa y así sucesivamente. Para nuestro asombro, este negocio lo llevan los propios policías, que sencillamente dicen a los reos que deben pagar para tener privilegios.

Además, se quejaron de la comida y de que tienen en cama por lo menos unos 5 internos enfermos.

QUIEREN IRSE A SU PAIS

La situación de los colombianos que piden ser extraditados a su país para terminar de pagar la pena se torna difícil, cuando tanto las autoridades panameñas como las colombianas se negaron a esta petición por el hacinamiento en las cárceles.

DIAaDIA recibió una llamada vía celular este sábado, y los reos que llevaban unos 21 días en huelga de hambre señalaron que levantarían la medida de presión, ya que serían atendidos por sus autoridades.

AUTORIDADES HABLAN

El Ministro de Gobierno y Justicia, Arnulfo Escalona, se ha referido en varias ocasiones a que "el detenido que tenga que pagar pena aquí tendrá que cumplirla toda". Además de que a estos reos se les está prestando toda la ayuda y las atenciones médicas que el Estado dispone. Agregó que el Gobierno no dispondrá más fondos para los internos cuando no se disponen fondos para sus víctimas.

Al consultarse sobre si era cierto que los colombianos levantaron la huelga dijo que la desconocía, pero que sabía que algo estaba pasando en La Joya.

En tanto, el subdirector de la Policía Nacional, Alvin Santana, dijo que hay un mecanismo de seguridad porque en las visitas se han detectado a personas trayendo marihuana, inclusive, cuchillos y celulares.

"Esto trae como consecuencia la inseguridad, porque al introducirse droga dentro del penal inicia un mercado interno y, por ello, hay que controlarlo", señaló.

ENSERES, ROPA Y DINERO

Los guardias requisan y confiscan lo que es prohibido. ¿Qué? Si se trata de comida sola es una por interno, las frutas no pasan, nada que contenga maíz, nada líquido, últimamente hasta el agua, cuatro papeles higiénicos, un corn flakes, jabón de baño de color blanco, cepillo de dientes, que luego cortan por la mitad, desodorantes en gel transparentes, queso amarillo individual. En cuanto al dinero, sólo pueden ingresar 20.00 balboas por detenido.

QUEJAS

Los familiares de los internos se quejaron manifestando que hay un abuso por parte de la Policía Nacional en lo que se refiere al trato, porque pareciera que fueran muchas veces los visitantes los reos; además de que el proceso para entrar al mismo centro es demasiado demorado.

NEGOCIO A LA VISITA

Lo más curioso de visitar a un interno es que esto se ha convertido en un negocio de civiles. Pues, si la dama o el caballero que desea entrar no tiene la vestimenta indicada por los custodios, deben pagar un balboa por cada servicio en uno de los kioscos que se han instalado en la parte de afuera del centro penitenciario. Nos cuentan los familiares que al principio sólo existían dos quioscos y, actualmente, hay más de siete. Allí también cuidan las prendas, celulares, ropa, bolsos.

Colombianos enfermos:

Yesid Izajar Jaramillo
Leonardo Ocampo
Gonzalo Murillo
Jesús Jimmy Rosales
Gildando A. Gonzalez

Ciudad de Panamá 
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