Aunque en algunos sectores de la ciudad de Colón las balaceras han disminuido, hay otros que no se salvan de los continuos tiroteos.
Esto lo viven a diario los moradores de la barraca de la calle 6 y 7 Justo Arosemena, que piden que los reubiquen, ya que temen que muera otra persona inocente.
En esa misma barraca, el menor Jean Carlo Cubilla fue asesinado de un disparo en la cabeza cuando jugaba con algunos amiguitos. Su madre Beatriz quiere salir del lugar. El martes en la noche se escucharon más de 10 disparos.
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