Con sus hijos en los brazos y en medio de lágrimas, madres damnificadas pedían una vivienda para sus vástagos, luego de haber perdido todo cuando un deslizamiento sepultó sus casas en Palmilla de Chiguirí Arriba, al norte de Penonomé, el viernes.
Actualmente, estas familias se encuentran en casas prestadas y hasta alquiladas.
Felicidad Ortiz se quedó sin vivienda, ella está en una casa alquilada y ha recibido algo de alimentos y otras donaciones, pero su llanto no podía contenerse al recordar que salvó su vida y la de su familia de milagro, pues todo quedó sepultado y ahora no tienen ni siquiera los cuadernos de una de sus hijas, quien también empezará de cero en la escuela.
Les llegó ayuda de autoridades de Coclé, como frazadas, colchones y hasta alimentos; sin embargo, la incertidumbre de las madres era evidente, pues no tienen un hogar y temen que les suceda como en el 2006, cuando solo dieron promesas, que nunca cumplieron.