¿Sufre de pie plano?

Denise Lara | DIAaDIA

Existen muchos mitos sobre las complicaciones o molestias de tener el pie plano, pero para hacer un correcto diagnóstico de esta anomalía, se deben realizar minuciosos estudios durante la infancia.

¿QUE ES?

Aunque no existe un estándar de las características del pie perfecto, se considera pie plano al que presenta una ausencia o pobre definición del arco sobre el cual se realiza el apoyo.

SINTOMAS

Esta condición no causa dolor ni interfiere en la etapa de aprender a caminar, sin embargo existe la posibilidad de que aquellas personas que lo padecen puedan sentirse más cansados cuando caminan mucho o presentar más dificultades que otras personas al momento de hacer ejercicios.

CARACTERISTICAS

Existen dos tipos de pie plano: pie plano flexible y rígido.

Los de pie plano flexible presentan una movilidad adecuada y no posee mayores alteraciones en la estructura del pie, mientras que el pie plano rígido o patológico, el caso más grave, presenta alteraciones estructurales importantes en la conformación de los pies, que provocan dolores e incapacidad.

TRATAMIENTO

Se cree que de pequeño el individuo que presente pie plano debe recibir tratamiento, sin embargo ésto sólo debe ser en casos de pie plano rígido.

LOS SINTOMAS DE PIE PATOLOGICO SON:

  • Dolor, que puede iniciar en la infancia o en la adolescencia.

  • Callosidades.

  • Verdadera limitación funcional por la intensidad de sus molestias.

De diagnosticarse esta patología, se puede requerir:

  • La realización de procedimientos quirúrgicos para mejorar el dolor o las deformidades presentes.

  • Fisioterapia, que es una herramienta que puede igualmente mejorar algunas de las alteraciones presentes.

En niños con pie plano rígido, desde su diagnóstico se valorará la necesidad e indicación de las opciones terapéuticas, que pueden ser muy variadas y dependerán de la edad del paciente, la rigidez del pie, condiciones asociadas y severidad de los síntomas.

RECOMENDACIONES

A los niños se recomienda:

  • Utilizar calzados de punta ancha, ajustados al pie y de tamaño apropiado.

  • Dejarlo andar descalzos para que esto ayude a reforzar el pie.

  • Practicar ejercicios que lo hagan apoyar el talón, como caminar por la arena.

PARA LOS ADULTOS:

  • Reducir actividades que provoquen molestias o cansancio.

  • Bajar de peso.

  • Realizar terapias físicas.

  • Utilizar un calzado que brinde apoyo en los arcos.

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