Nuevamente, Panamá está de fiesta, porque un hijo de su terruño fue llamado para jugar en el mejor béisbol del mundo: las Grandes Ligas.

Davis Romero, el zurdo coclesano del "Cristo de Aguadulce", agradeció ayer las plegarias de su madre Enicelda y dijo estar, sumamente, emocionado del llamado para jugar en las Grandes Ligas con los Azulejos de Toronto desde el día de hoy.

El serpentinero de bola rápida dijo desde Nueva York, que tras la noticia llamó a su madre para comentarle del ascenso a las mayores.

"Se puso a llorar, ella empezó a recordar todas mis palabras cuando niño, en esos años, le decía que yo iba a ser lanzador de Grandes Ligas", dijo.

Davis Romero, ese pequeño coclesano cargado de emociones, hizo su sueño realidad. Miles de panameños corren todos los días con la idea de convertirse en Grandes Ligas, un privilegio reservado tan sólo para 45 peloteros en la historia deportiva de este país.

"Le doy gracias a Dios primero y también a San Pedro, el patrón de mi pueblo allá en el Cristo de Aguadulce", dijo Romero desde su apartamento en Estados Unidos.

Al momento de la llamada, Romero se encontraba en su habitación a la hora del almuerzo.

"Me llamó el mánager del equipo AAA y me citó a su cuarto. Me dijo que debía estar el jueves en la noche en el Tropicana Field, casa de las Mantarrayas, para unirme a los Azulejos de Toronto. Me puse nervioso, no sabía qué decir o hacer y por mi mente pasaron todos mis momentos de infancia", indicó.

HISTORICO

Romero se convierte en el tercer coclesano en llegar a las mayores, emulando los pasos de Juan Berenguer y Carlos Lee.