Es un niño de pocas palabras y en su mirada se le ven las ganas de salir adelante para triunfar en este mundo lleno de obstáculos.
Renis Castillo es un pequeño atleta que con mucho sacrificio juega al béisbol.
A los 10 años, empezó a jugar la pelota, en ese momento cursaba el sexto grado, cuando su maestro Ariel Sánchez lo invitó a disfrutar del béisbol. Fue como un romance a primera vista con este deporte. Renis aceptó el reto y todos los días se iba a practicar.
Fueron varios los docentes que le enseñaron a practicar el béisbol y le inculcaron su amor por la camiseta de su provincia. Aunque esta novena no es una de las mejores y más competitivas, siempre él le dará su apoyo. ¡Alma, corazón y vida!
"El cuadro en donde jugamos, en Metetí, está en muy malas condiciones, por lo que jugamos en una esquina donde no nos estorbe mucho la hierba", dijo el pequeño, de magna inocencia y corazón alegre para jugar a la pelota.
"Para practicar el béisbol en Darién, tenemos muchas dificultades. Primero, porque no tenemos apoyo del Gobierno ni mucho menos de la empresa privada, además tenemos que competir con la lluvia", sostuvo.
CONTRA LA ADVERSIDAD
Pero los obstáculos no existen cuando hay ganas. Son deseos de superación, y el valor vale más que el dinero en Darién.
"Los profesores de Educación Física trabajan con las uñas, ya que tienen que buscar ayuda de puerta en puerta, para que nos patrocinen los implementos deportivos", expresó.
Renin, ese pequeño pelotero, está dispuesto a seguir los pasos de su ídolo, el Grandes Ligas panameño, el coclesano Carlos Lee.
"Si tuviera la oportunidad de llegar a las Grandes Ligas, yo ayudaría a mi gente de Darién, y además, fundaría una escuela de béisbol para enseñar a otros niños a jugar y poder sacarlos de la pobreza", dijo el niño con mentalidad de adulto.
Entre sus sueños, está estrecharle la mano a Carlos Lee y que le dé algunos consejos para ser tan bueno como él.
¡Suerte, Renis!
¡Sigue así, muchacho!
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