Se capacitan permanentemente. (Foto: JESÚS EDUARDO SIMMONS / EPASA)
Jesús Simmons
| DIAaDIA
Arriesgan sus vidas por salvar las de otros. Una enfermedad cardiovascular (EFC), es decir, un derrame que sufrió su papá cuando él apenas tenía 13 años, hicieron que Roberto Moreno se interesara en ser paramédico cuando fuera adulto.
Ese sueño se hizo realidad, porque desde hace 15 años desempeña esta labor en el Departamento Nacional de Administración para Desastres (DENADE), de la Caja del Seguro Social (CSS).
Aunque el trabajo demanda muchos sacrificios y peligros, la mayor recompensa para Roberto es que puede ayudar a personas que ni siquiera conoce.
Cada vez que sale a atender una emergencia, Roberto se hace la señal de la cruz y ora para que todo lo que vaya a hacer le salga muy bien.
Además, se prepara mentalmente y se hace un mapa de la situación que podrá encontrarse en la escena del accidente, ya que esto le servirá para saber cómo debe proceder con las víctimas.
Aparte de que exponen su vida todos los días a los peligros de su profesión, estos héroes no cuentan con un sistema que los ayude a asimilar las secuelas mentales que les pueda causar un accidente espantoso.
En otros países, los paramédicos tienen a la disposición un grupo de psicólogos y psiquiatras que los tratan cuando están en accidentes tan traumáticos como el de Pacora, en donde fallecieron 24 personas.
Esto se hace con terapias y grupos de trabajo para que el paramédico vaya asimilando lo que vivió y esto no le represente un problema en su vida personal.
Para poder ofrecerles a estos funcionarios este tipo de ayuda psicológica, como se da en otros países, el DENADE ya tuvo un acercamiento con el Departamento de Salud Mental de la CSS.
Esto es muy importante, porque hay paramédicos que han tenido grandes cambios en su familia, al no asimilar los casos trágicos que a diario viven en su trabajo.
Esto es tan grave que muchos se refugian en la bebida, o discuten con la esposa y los hijos en casa. Todo esto dependerá de la fuerza mental y la preparación que tenga cada paramédico.
Otra de las situaciones con las que tienen que lidiar estos "salvadores de vidas" es con el salario, que no va acorde con la gran responsabilidad que tienen todos los días.
En ocasiones, tienen que asumir la conducción de las ambulancias como parte de la colaboración con la institución, por falta de personal y todo por solo B/550.00 mensuales.
Una de las emergencias que se quedaron grabadas en la mente de Roberto, y que nunca ha podido olvidar fue cuando le tocó atender a una mujer que dio a luz.
En aquella emergencia, la paciente embarazada se sentó en la tasa pensando que estaba evacuando sus necesidades, pero lo que estaba era dando a luz.
Al llegar a la escena, vio al niño inmerso en el inodoro, ahogado en su propia sangre y en el agua del sanitario; esta es una de las anécdotas que Roberto nunca podrá olvidar.
Otras de las situaciones que viven a diario es la violencia que se da en los barrios considerados como zonas rojas, en donde los familiares de las víctimas los amenazan con armas de fuego.
Un ejemplo claro de esta situación es cuando llegan al lugar y la persona ya ha fallecido; en ese momento, los familiares del occiso los encañonan y los obligan a que de todas maneras lo trasladen a un hospital, recordó.
PUESTO ÁNGEL 2
Como estaba planeado, DIAaDIA llegó a las 11: 00 p.m del pasado viernes 14 de agosto al puesto Ángel 2, en el hospital Susana Jones de Villa Lucre, para conocer de primera mano cómo es el trabajo que realizan los paramédicos.
A nuestra llegada, nos recibieron los técnicos en atención prehospitalaria, Humberto Rodríguez y Kebich Vinda, quienes nos explicaron cómo funcionaba el puesto de emergencia.
Uno de los aspectos más importantes es que descansan hasta donde se pueda, para tener mayor cantidad de energía a la hora de atender una emergencia.
Es decir, que mientras no haya un llamado de emergencia se recuestan y tratan de dormir algunas horas o, de lo contrario, no tendrían energías para hacer un trabajo tan delicado como es el traslado de pacientes.
El área de cobertura del puesto Ángel 2 va desde Parque Lefevre hasta Concepción en Juan Díaz, y brindan apoyo a otros sectores si control se los ordena.
COMIENZA LA ACCION
El reloj marcaba las 12:00 a.m. cuando salimos hacia la policlínica Manuel María Valdés en Veranillo, para hacer un traslado de una paciente hacia el Hospital Santo Tomás, ya que este es otro servicio que presta el DENADE.
Concluido el traslado, regresamos a la base para estar alerta de cualquier llamado de emergencia, pero las horas iban pasando y todo se mantenía en calma.
Al preguntar si tanta tranquilidad era normal, Humberto dijo que hay noches en que no atienden un solo caso. Él sentía que esa noche la gente había preferido quedarse en casa reflexionando sobre el trágico accidente ocurrido en Pacora la noche anterior, en donde 24 personas perdieron la vida.
Al final, amaneció y terminamos el turno a las 7:00 a.m. sin ninguna novedad, mas que el cansancio y el sueño de habernos mantenido toda un noche en vela para conocer cuán difícil es la misión de un paramédico.
MANTENIMIENTO
Uno de los puntos más importantes y tal vez vital en la atención rápida, eficiente y segura de un paciente es el buen estado mecánico en que esté la ambulancia.
Es por esto que en el DENADE, esta labor la realiza con mucha pasión, desde hace 15 años, el mecánico Euribiades Cedeño, encargado de mantener funcionando la flota.
Manifestó que en el DENADE se manejan bajo las estrictas normas de calidad estadounidense 3K1822-F, que rigen el mantenimiento de ambulancias.
En ese sentido, afirmó que las llantas de los vehículos se cambian cada 6 meses o cada 40 mil kilómetros o lo que llegue primero. Los tacos de freno, el aceite de motor y de transmisión, los filtros de aire y de aceite se cambian cada 5 mil kilómetros o cada tres meses.
Explicó que la dirección de las ruedas delanteras, la suspensión de los vehículos, el estado de las luces, las sirenas, los pitos, los frenos se chequean constantemente.
Por otro lado, el taller cuenta con un scanner que determina cualquier daño que tenga algún sensor o la transmisión del motor.
Finalmente, manifestó que las ambulancias tienen un período de vida de 5 años, pero como son muy costosas, las del DENADE ya tienen 12 años y se mantienen en óptimas condiciones.
En caso de emergencia llame:
DENADE-CSS
503- 2532
503-2533
503-2534
503-2535
PUESTOS
El DENADE tiene puestos con ambulancias en el edificio Los Mosqueteros, que cubre la 12 de octubre hasta la Cervecería Nacional; el hospital Susana Jones, cubre todo San Miguelito, Aeropuerto de Tocumen, La 24 de Diciembre y Chepo. El puesto de Las Cumbres, todo Chilibre y Calidonia hasta el Puente de Las Américas.