En un partidazo.
Alemania arrancó ayer un buen empate a dos goles ante Holanda, que dejó escapar la victoria en los últimos minutos en un amistoso que constituyó el 37º clásico europeo entre ambas selecciones, disputado en el estadio De Kuip de Rotterdam.
Tras ir perdiendo por 2-0 después del doblete del holandés Arjen Robben (3 y 46), los hombres de Jürgen Klinsman reaccionaron al final para igualar las acciones.
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