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"Quiero vivir de la TV"
Abraham colecciona libros y vídeos, especialmente los de la película V, Invasión extraterrestre.

Rosangélica Conte | DIAaDIA

Hace más de 20 años, una de las viejas casas de calle cuarta, Parque Lefevre, se convirtió en escenario de shows de televisión, novelas y un sinfín de películas. Su protagonista no pasaba los 8 años de edad, no era famoso ni mucho menos ganaba altas sumas de dinero, pero eso sí, sus presentaciones siempre eran un lleno completo. "El Toro", como le llamaba el orgulloso padre a aquel pequeño actor, fue creciendo entre actuaciones imaginarias y deseos inmensos de salir en la televisión.

Así empieza el gusanito actoral en la vida de nuestro invitado de esta semana del especial Curiosidades del Chollywood, Mariano Moreno, no, mejor dicho, Abraham Isaac Moreno, ya que el primer nombre sólo quedó en la ganas de un padre por llamarle a uno de sus hijos el junier.

"Cuando tenía como 12 años, quise salir en la televisión, busqué en el directorio el número de varias publicitarias para preguntarle cómo podía hacer para salir en un comercial", nos confesó Abraham, mientras sonreía y nos robaba un par de carcajadas. Jamás se ruborizó, relataba como si fuese ayer su hazaña: "las secretarias me molestaban y me decían que me describiera físicamente y yo lo hacía, cómo se reían", dijo. Pero al final de cuentas tanta insistencia valió la pena, pues el presentador de Telemetro a la Medianoche terminó apareciendo en un comercial pro valores para el ministerio de Educación , que se llamaba "Manduco". Asegura que desde ese momento volvió a cambiar de nombre, sus compañeros de la escuela le gritaban "Manduco".

DE RETO EN RETO

Con un divertido apodo a cuestas, Moreno decidió ponerse otro reto: entrar en la radio. En ese entonces, cursaba el primer año del Instituto José Dolores Moscote, pero pensó que no era impedimento ingresar en el programa radial del colegio, que era transmitido por Radio Hogar. Nos confiesa que al principio era fatal, hablaba locuras y se ponía muy nervioso, hasta cuando fue aprendiendo y se volvió tan experto que quedó al mando de este programa estudiantil.

Y si para cualquier estudiante de primer ciclo ésta era la cumbre de sus logros, para él no; seguía queriendo más. Abraham Moreno preparó un proyecto y se lo presentó a uno de los productores de Canal 11, quien anteriormente lo había rechazado, ya que de tanto él pedir la oportunidad para un casting fue a uno y se quedó mudo. Pero esta vez no fue igual, todos quedaron encantados con la propuesta del joven y le dieron la oportunidad para que realizara el programa "Rompe la rutina". "Yo escribí los libretos, busqué a los demás panelistas, practicábamos en mi casa, pero no fue hasta dos años después que salió al aire, siempre pasaba algo y se retrasaba el lanzamiento", dijo.

Entre chistes aseguró que al principio no le daban ni un real, pero ellos estaban felices, si no fuese por sus padres, que le decían que tenía que cobrar, no lo hubiesen hecho.

DOS VECES DESEMPLEADO

Luego de dos años de estar en "Rompe la Rutina", una productora de Canal 11 les propuso mudarse a RCM, un canal que estaba abriendo, y él se cambió; pero esta propuesta no funcionó y quedó sin trabajo. Pero como el chico no se rinde, dio y dio hasta que entró nuevamente a RCM, esta vez le tocaba ser practicante y vérselas duras. Pasaron tres meses y lo contrataron, pero él no se sentía del todo cómodo; siguió su búsqueda, hasta que fue a un casting para "Vídeo Conéctate". Estaba muy seguro de que lo llamarían, así que decidió renunciar a canal 21, pero el tiempo pasó y nunca lo llamaron. Otra vez tendría que tocar puertas, y así fue: llevó una nueva propuesta a un canal de música que estaba abriendo y le mandó una carta al dueño. Al día siguiente lo estaban entrevistando; no pasó ni tres meses cuando estaba presentando su famoso programa "En la Chantin".

Cuando este presentador menos lo esperaba, ya que su programa era un éxito completo, MEDCOM le hace una propuesta con mejor salario y Abraham aceptó. Allí se ha destacado en grandes programas, pero nuevamente su gusanito está saltando, el joven quiere terminar sus estudios para viajar a otro país a estudiar actuación; luego volver a Panamá para seguir haciendo lo que más le gusta: televisión. Quiere demostrarle al mundo que de la televisión puede vivir el resto de su vida.

Entre sus planes también está realizar un talk show, y ya presentó su propuesta, sólo le toca esperar para ver si es aceptada.

¡Qué sopá!, fue la frase que escuchamos durante toda la entrevista, cuando un sinfín de personas lo saludaban; es evidente que donde quiera que va tiene una buena química con las personas, aunque en el amor no le ha ido tan bien, pues asegura que lo mandaron de paseo.

Abraham aseguró que en vez de estar conectado a su madre por un cordón umbilical, lo que tenía era un enchufe de televisión, ya que desde muy niño descubrió que ésta era su pasión.





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