El último adiós
Para la madre de Bryan cada minuto que pasaba era más doloroso. En el cementerio no soportó más. (Foto: Félix Corella / EPASA)

Gloria Leiva Gaitán | DIAaDIA

Amargo dolor. Desmayos, gritos y clamor de justicia se vivió durante el sepelio del pequeño Bryan, que se llevó a cabo en la Parroquia San Vicente de Paul.

Antes de iniciar la misa, uno de los familiares se desplomó en el suelo, pues no soportó que el niño consentido de la familia, ya no estaba.

Afuera, el cielo lloraba, mientras que adentro un pequeño ataúd de madera, color blanco con dorado, era bendecido por el padre Justino Carrasquilla Venegas, quien oficiaba la misa.

Las lágrimas salían de esos ojos inocentes, que a pesar de sus cortas edades, conocían la realidad en que murió su pequeño amiguito.

"¿Qué está pasando en Panamá?", preguntaba el sacerdote, refiriéndose a la incontrolable violencia que actualmente se vive en el país.

"Envió un mensaje de esperanza para transformar la violencia en amor. Y Que sea Dios quien haga justicia, justicia que algún día llegará", manifestó el sacerdote.

Y aunque el dolor era evidente, el odio también se reflejaba en la mirada de aquellos que de alguna manera u otra conocían a Bryan.

Aún seguía lloviendo, pero eso no impidió que familiares y amigos acompañaran a los padres de Bryan para despedirse de su angelito en el Cementerio Amador.

Los gritos de desesperación se escuchaban en el fondo del camposanto. Joana, su madre, no podía creer que el niño que llevó en su vientre y que por tres años le robó el corazón, ya no estaría con ella. El dolor en su alma era tan fuerte que no aguantó y cayó en los brazos de quienes la rodeaban.

ESTADISTICAS

Según cifras de la PTJ, en el primer semestre de 2006 se han registrado 134 homicidios. La mayoría de ellos, perpetrados por menores de edad.

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