Lo que en un principio se ubicó como un sitio para la construcción de un hospital de caridad, para la gente de escasos recursos y del campo, hoy es uno de los grandes focos de desarrollo en la ciudad capital.
Pero ese crecimiento va aunado a una serie de problemas, y los panameños humildes se ven en serios aprietos. Se trata del corregimiento de San Francisco, comunidad que oficialmente fue creada el 9 de agosto de 1926, mediante el Acuerdo Municipal Nº 22. Es decir, ya tiene 81 años.
OBLIGADOS A SALIR
En los sectores como San Sebastián y Boca La Caja, hay mucha incertidumbre. Y es que debido a la construcción de edificios, muchas de estas familias han quedado acorraladas en medio de la selva de cemento que cada día se expande.
LAS ANECDOTAS DE ANITA
Ana Meléndez tiene más de 30 años de residir en San Sebastián, y contó que el desarrollo urbanístico la ha llevado a tomar la decisión de vender su casa, pues dentro de un par de años no podrá costear los impuestos que conllevará vivir en este sector.
Meléndez siente mucha nostalgia al salir de San Sebastián, ya que por tres décadas tuvo cerca hospitales, supermercados, escuelas y muchas otras ventajas.
"Definitivamente, tenemos que salir de aquí, porque quién va a poder con todas esas construcciones a los lados", dijo.
NO QUIEREN "JUEGA VIVO"
Meléndez dijo a DIAaDIA que la última oferta que le ofreció un inversionista por su terreno, fue de mil 500 dólares por metro cuadrado. Sin embargo, eso sólo fue una propuesta.
En tanto, la señora Celmira Sánchez, otra de las moradoras, comentó que también le han dicho que le van a dar 500 dólares por metro cuadrado, cifra que consideran injusta para vender sus terrenos. Además, no le reconocen el costo real de su vivienda.
YA SE FUERON
Mientras muchos residentes de San Sebastián analizan esas ofertas, hay quienes ya vendieron su terreno y desaparecieron del área.
Enrique González, otro residente, aunque sigue habitando su casa, ya vendió su terreno. Él no quiso precisar la cifra de la venta por razones de seguridad; no obstante, mencionó que tarde o temprano San Sebastián desaparecerá.
Añadió que algunos de sus vecinos esperan que le paguen mil 800 por metro cuadrado y hasta los 2 mil dólares.
PARA EL RECUERDO
Luis Montenegro, uno de los primeros moradores de San Sebastián, agregó que cuando llegó allí, había muchas áreas verdes y la mayoría de las viviendas eran de madera. Precisó que no había muchas calles y predominaban los herbazales.
OTROS AFECTADOS
No sólo los residentes de San Sebastián se ven obligados a abandonar esta comunidad. Durante el recorrido que realizó DIAaDIA, detectó que los transportistas afiliados a Radio Taxi América Libre también tendrán que decir adiós a este poblado.
Juan Vega, uno de los transportistas, acotó que alquilar un local para esta piquera les resulta muy costoso, por lo que están buscando otro sitio en Carrasquilla o Parque Lefevre, para seguir prestando sus servicios. Son 110 transportistas que dependen de esta actividad.
LOS CLASICOS DE CADA BARRIO
Los moradores de San Sebastián se sienten un poco olvidados por las autoridades, pero descartan que eso sea porque será una comunidad eliminada. Sin embargo, demandaron mejor recolección de la basura, buenas calles y más seguridad policial. Iguales reclamos tienen los moradores de Boca La Caja.
INVASION DE MUCHAS DECADAS
Fausto Palacios, director de Asentamientos Informales del Ministerio de Vivienda (MIVI), dijo que Boca La Caja es uno de los asentamientos más antiguos.
Actualmente, se calcula que hay unas 600 viviendas sin título de propiedad, pero un 60 por ciento de ellas ya ha sido legalizado.
DE QUE SE VAN, SE VAN
Palacios expresó que Boca La Caja tiene una franja costanera, y es que en esa zona muchos han dejado de pagar sus propiedades al Banco Hipotecario, hasta que se emita una resolución que legalice la condición de estos panameños. El funcionario enfatizó que difícilmente las personas que construyeron sobre la playa se van a poder quedar allí, pues hay acuerdos municipales que impiden que esta área sea habitada.
CONSECUENCIAS DEL CRECIMIENTO
Por su parte, el ingeniero Juan José Amado III, director del IDAAN, dijo que debido al crecimiento de San Francisco, ya se licitó el proyecto que reforzará las líneas sanitarias y de agua potable en este corregimiento.
Añadió que ya está en trámite el cobro de este servicio por valorización con la Autoridad de los Servicios Públicos (ASEP).
UN ALTO A TANTOS PROYECTOS
El arquitecto José Batista, director de Desarrollo Urbano del MIVI, afirmó que se han presentado muchas inquietudes con respecto a la capacidad de las infraestructuras que se están construyendo y la cantidad de la población que alberga.
Destacó que una mediana densidad es hasta 500 personas por hectáreas. Cuando se habla de máxima densidad, es mil 500 personas por hectáreas.
Argumentó que la zonificación existente tiene muchos defectos, pues data de 1980. Sin embargo, cuando San Francisco se rezonificó en el 2003, no se tomó en cuenta la adecuación de la infraestructura; es decir, que para construir edificios se debía contar con el sistema de alcantarillados, calles, acueductos y sistema pluvial o que al menos estén proyectadas, dijo el funcionario.
"Ahora mismo todo está detenido en San Francisco desde el mes de febrero de 2007. Incluso, los permisos de construcción han sido suspendidos hasta que se presenten los resultados de ese estudio de zonificación, que será presentado a finales de este mes", acotó.
HISTORIA DE SAN FRANCISCO
Según documentos del Consejo Municipal de Panamá, este corregimiento surgió tras el interés del entonces presidente de la República Belisario Porras, quien aspiraba construir un hospital de caridad para la gente sin recursos y del campo, situación que lo llevó a realizar varios recorridos en busca de un lugar para construirlo. Al menos, se logró la adjudicación de unas doce hectáreas, que luego fueron divididas en 74 lotes de mil metros cada una y entregadas a los moradores mediante una tómbola para habitar en ellas.
Hoy la realidad es otra ...
LA RAIZ DE SU NOMBRE
El nombre de San Francisco de La Caleta nace, porque algunos pescadores de Pea Prieta encontraron en las cercanías de su playa un santo de madera, que lo identificaron como San Francisco, el cual fue sacado de una caleta. Es así como surge el nombre de este vertiginoso corregimiento.
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