Compartían en familia, cuando la casa se les vino encima. Eran las 7:00 p.m., cuando Julia Palacios García, quien es madre de nueve niños, escuchó un fuerte ruido y vio que las paredes se movían. "Inmediatamente salimos corriendo hacia afuera y vimos que todas las paredes estaban con rajaduras. "Por suerte no le cayó a nadie parte de la pared", aseguró Palacios.

La vivienda había quedado resentida luego del temblor del pasado mes de julio.

En esta humilde vivienda, ubicada en La primavera en Santa Marta, habitan 12 personas, de las cuales nueve son niños.

Los miembros de la familia sólo tienen lo que llevan puesto, porque las autoridades de SINAPROC, por salvaguardar la vida, les prohibió el acceso a la casa.

Palacios expresó que tiene ocho meses de vivir en la residencia y que el dueño, Diomedes Ríos, le dio la oportunidad de habitarla, porque no tiene a dónde ir.

Ella, sumergida en la tristeza, manifestó que es el sustento de su hogar, y que actualmente labora limpiando casas. "Solo pido que, por favor, me ayuden a construir una casa de pencas o de zinc, pero un lugar en donde pueda estar con mis hijos y nietos juntos", manifestó.

Por ahora Palacios se quedará a vivir en la casa de una amiga.