Siempre se encomienda a Dios. No hay nada que llene más el corazón del chiricano Boris Atencio, de 28 años, que ayudar al prójimo que esté en problemas.

Fue justo ese amor al prójimo su mayor motivación para enrolarse en las filas del Sistema Nacional de Protección Civil (SINAPROC), donde aprendió todo sobre rescate.

Cada vez que sale a una misión, le pide a Dios que lo cuide para que todo le salga bien. Su familia ha sido un pilar fuerte para afrontar la difícil carrera de rescatista.

Una de las misiones que más lo conmovieron, fue un incendio que se dio en la provincia de Colón, donde le tocó ver cómo murieron dos niños junto a su madre.

Siempre entrena duro para estar preparado y enfrentar cualquier situación que se le presente en su trabajo, pues sabe que eso puede ser la diferencia entre la vida y la muerte.

LA META ES:

Atencio quiere ser el rescatista novato del año, por eso pone todo su empeño en los entrenamientos.