¡Ay no! Ya no sabemos cómo decirle a Roberto Rivera que deje de gritar. A ese muchacho definitivamente que no le importan las críticas y por nada del mundo deja de hacer show en la pantalla. Chuzo, el show se lo debía llevar Saladino y él se quedó con los créditos, pues hasta al suelo quiere tirarse. ¡Basta!