Los conductores detienen sus autos para darle limosnas a Víctor. (Foto: ROBERTO BARRIOS / EPASA)
Jesús Simmons
| DIAaDIA
Hogar, dulce hogar... No hay nada más placentero que la seguridad, la comodidad y el calor que solo brinda el hogar de cada individuo. Pero a veces la adquisición de esa anhelada casa con la que sueñan miles de panameños no es fácil, por lo que muchos pasan años viviendo alquilados, antes de poder cristalizar sus sueños.
Otros, en cambio, adquieren un terreno y poco a poco van comprando los bloques, la arena, el zinc, las ventanas, hasta que logran construir poco a poco su vivienda.
A pesar de lo difícil que es acceder a una vivienda propia, en Panamá hay unos personajes a quienes les resulta muy fácil levantar su casa en cualquier lugar.
Estos son los "piedreros", que sin reparo alguno "construyen sus casitas" en las servidumbres de las calles con toda clase de materiales que encuentran en cualquier rincón.
Uno de esos "señores piedreros", como los denominaba el ex alcalde capitalino, que tiene una casa muy singular, ubicada en la Avenida Nacional, frente a las multis de Cabo Verde, es Víctor Rodríguez, de 55 años.
Al preguntarle cuánto tiempo lleva viviendo en las calles, dijo: "toda una eternidad". Se trató de conocer más sobre su vida, pero Rodríguez empezó a ver visiones en las paredes.
Su casa está hecha con piedras, hierros, hierba y la adornan afiches de tres importantes políticos del país. Hasta los tiene enmarcados.
Vestido con una gorra negra, un abrigo azul, descalzo y con una copiosa barba blanca, muy desarreglada, Víctor dijo a DIAaDIA que el Gobierno le había tumbado en tres ocasiones su casa.
Con mucha autoridad, que a lo mejor le daba la placa de una compañía de seguridad que llevaba ceñida a su pecho, dijo que en ese hueco se sentía muy seguro y que por lo menos tenía dónde pasar la noche.
Para poder entrar a lo que Víctor llama "hogar", tiene que hacerlo inclinado sobre sus rodillas y de espalda y en reversa, pues el espacio es bastante reducido.
Así como él, en otro punto de la ciudad, para ser más exactos en la Tumba Muerto, diagonal a la entrada de Dos Mares, sobre una gran cuneta, otro indigente tenía tremendo rancho hecho con madera y sábanas.
Aunque DIAaDIA tocó a su puerta, nadie salió, y todo indicaba que la "residencia" estaba vacía.
Aunque a muchas personas las casas de estos "piedreros" les parezcan unas pocilgas, Víctor no piensa igual, ya que siente que igual lo cobija y le da el calor de hogar, dulce hogar...
CASITAS
Los "piedreros" viven debajo de los puentes vehiculares, a orillas de las aceras y en terrenos baldíos. La Alcaldía de Panamá los lleva a albergues, pero vuelven a sus "hogares".