Aquí vivía Maité con sus niñas, ellas quedaron a cargo de un tío. (Foto: ERICK BARRIOS y ALEXANDER SANTAMARÍA / EPASA)
Milagros Murillo F.
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Quedaron sin madre. No habían pasado 24 horas desde que fue presentado un anteproyecto de ley en que se tipifica el femicidio como un delito que debe tener una pena máxima de 30 años de prisión, cuando la sangre empañó la alegría de otro hogar panameño.
Maité Del Carmen Sánchez, de 33 años, murió a manos de su ex pareja, Omar Enrique Sánchez, luego de una riña en la vivienda donde vivía esta mujer con sus hijas. Era cerca de la medianoche del miércoles, cuando el hombre llegó bajo los efectos del alcohol a la casa y luego de una discusión, hirió mortalmente a la señora con un arma blanca.
Nadie de la comunidad se había dado cuenta de lo que estaba ocurriendo, pero como pudo, la hija mayor de Maité, de 12 años, escapó de la casa e informó a las vecinas de la tragedia.
Al poco tiempo, un menor de 15 años, novio de la niña de 12 años, también salió de la casa, pero con heridas de arma blanca que el sujeto le perpetró cuando trató de defender a su suegra. Este adolescente fue llevado por sus familiares al hospital, donde se mantiene recluido.
Al ver lo que había hecho, Omar, conocido como "Pinocho", escapó, pero horas después buscó atención médica en el Hospital Santo Tomás, donde enseguida fue detenido por la Policía.
Ayer en la tarde, las vecinas de Maité, que seguían consternadas por lo ocurrido, explicaron que ella fue asesinada mientras sus otras hijas, de dos, cinco y siete años dormían, pero esta última despertó cuando lo peor ocurría.
Se conoció que Maité tenía una boleta de alejamiento y que tres meses atrás se había separado de "Pinocho".
VICTIMAS
Hasta julio de este año, la Defensoría del Pueblo tiene registrados 47 asesinatos de mujeres.